Punto de vista de Héctor
Seis años después
—¿Qué tal están estos, papá?
—Bien, Josi, a mamá le van a encantar. ¿Qué más encontraste? —le pregunté a Josefina mientras recolectábamos flores silvestres en el prado para Carla.
Mañana era nuestro aniversario del día en que Carla me marcó y cada año le pedía que se casara conmigo. Aún no había dicho que sí, pero ahora que los niños eran mayores, podían ayudarme con mi ritual anual.
Ella no podía decir que no a los niños, seguramente.
—¡Javier y Jorge, si no puedo verlos, ustedes no pueden verme! —grité a los niños mientras corrían y se escondían en el prado sobrecrecido.
Mi preocupación por su ubicación era de padre, no de Alfa. Si las fronteras no hubieran estado intactas durante los últimos seis años, les habría impuesto mi autoridad de Alfa.
La comunidad de transformadores nunca había estado tan segura, pero yo sabía mejor que nadie que no debía confiarme ni bajar la guardia.
Sabía que la Manada de la Luna Blanca aún estaba ahí... aún pla