Punto de vista de Carla
—González es tu apellido de soltera, Vargas es el de tu compañero, pero obviamente ustedes aún no están casados, y Sanz... Sanz es tu apellido de casada... aunque no veo que se haya solicitado un cambio de nombre, ¿nunca lo cambiaste? —Se entretuvo hojeando mis papeles antes de volver a mirarme.
—¿Cambiarlo?
—¿Desde que te casaste con el Alfa Tomás Sanz de la Manada del Desierto Ámbar? —Me miró como si no tuviera idea de lo que ocurría.
Y no la tenía, aunque en el fondo estaba segura de que él lo sabía. Vi el destello en sus ojos, disfrutaba mi confusión. Para él, el conocimiento era poder y en ese momento, él lo tenía.
Casada.
Sentí como si el suelo de toda la sala se hubiera desplomado bajo mis pies, como si la alfombra se hubiera derretido, dejando un agujero negro a través del cual caía. Mi estómago podía sentir la caída, aunque mi cuerpo no se movía.
—¿Estuve casada, casada con Tomás Sanz? —Mis ojos se dirigieron a Héctor, cuya mirada no desmentía la afirma