Soy una Alfa femenina oculta bajo la identidad de una Beta débil. Mantenida como una paria para toda la manada por la influencia de mi padre, mi madre madre no es distinta a él, creo que es el ser que más me desprecia aunque no conozco el motivo. Cuando cumplí la mayoría de edad y pude sentir a mi pareja determinada resulto ser Alfa Alejandro, mi acosador, mi deseo es rechazarlo. Pero estoy segura que nada en mi vida es lo que parece, seguir mi lógica me llevará posiblemente a convertirme en una solitaria, pero mi loba me ínsita a quedarme.
Leer másLa noche helada era testigo silencioso del destino que me habían impuesto. De pie frente al altar, sentí la mirada de cientos de ojos clavándose en mi. La tela blanca del vestido pesaba como una sentencia.
- Jura lealtad a la manada.
Mi madre me miró fijamente, su expresión impasible. Todos esperaban mi respuesta.
Aunque la sensación del frío seco, hace que mi cuerpo se erice un poco ya que llevo un ceñido vestido de color blanco con detalles bordados con hilos de oro, entre la trama se mezclan pequeñas perlas con un color nacarado, el vestido es lo suficientemente revelador sin llegar a lo vulgar; claro no fue una elección mía, ese vestido que solo de verlo denota el estatus de la familia a la que pertenece este insignificante maniquí; gracias a la Diosa Luna, le otorgo una exquisita figura y una belleza delicada y simple.
Horas antes, cuando trataba de encontrar una forma de escapar, mi madre irrumpío en mi habitación. Su vestido impecable, su porte imponente, su mirada helada.
- No hay elección, Luna. No vuelvas a decepcionarme.
Ella era alguien que se guiaba por las apariencias, aunque no era más que una Kappa que fue bendecida por la Diosa emparejándola con el Beta de la manada Claro de Luna, en la mente de todos cuando encuentras a tu pareja predeterminada tu vida pasa a tener un color de rosas y que todo va a estar bien, si me preguntan a mí son puras mentiras. La imagen que tengo sobre el amor predeterminado es una relación perfecta de puertas para afuera, dentro de casa eran simplemente desconocidos, claro cuando la luna llega a su fase completa y los instintos salvajes afloran, sus cuerpos se precipitan al deseo y bueno son lobos y por lo visto el aislante en las paredes no era suficiente, pero además de la atracción física no existía ningún tipo de vinculo afectivo.
Cuando vi su mirada fija y fría sobre mí, no pude evitar pensar - ¿cuál es la razón por la cual me desprecia tanto? – pero es una pregunta que me persigue desde que tengo uso de razón, sacudí mi cabeza y preste atención a su lista de pedidos para esta noche.
No llamar la atención de ninguna manera.
Mantener la mirada bajo.
Evitar el contacto con el Alfa Reynaldo y su familia.
A cualquier pregunta solo asentir o negar levemente con la cabeza.
Y un montón de reglas sin sentido que sinceramente ya olvidé.
Después del sermón, me lanzo el vestido y me dijo no me decepciones como siempre. Su sermón con la misma frialdad de siempre. Sin mirarme, me lanzó el vestido con un susurro cortante:
- No me decepciones. Otra vez.
El peso de la tela en mis manos era el peso de toda una vida de expectativas que nunca cumplí.
Tome una ducha y decidí hacerme un skin care solo para que mi piel parezca sana e hidratada, por mi estilo personal con una piel en buenas condiciones, un par de capas de rímel, un delicado delineado y un tenue color melocotón ya es suficiente para sentirse lo suficientemente belleza; decidí llevar mi cabello castaño rojizo hasta la cintura con un flequillo recto, para peinarlo opte por algo simple una línea al costado que sujete con un broche de libélula de oro con perlas nacaradas, para enmarcar mí rostro. Era más extravagante de lo que estaba acostumbrada, no fue elegido por mí, pero al ver el resultado, podría decir - “gracias mamá” – y esbocé una seca sonrisa que no llegaba a mis ojos y mucho menos a mi corazón.
En los brazos de Igor, Senda fue transformandose poco a poco para darle paso a su forma humana. El hombre siempre en cada detalle la había mantenido cubierta con una manta por si la transformación se daba antes de llegar a un lugar seguro. Sofía cuando logró tomar el control de su cuerpo, se alegró estar en esos fuertes brazos que tantas veces la habían consolado, tenía una imagen borrosa de lo sucedido durante esa noche. Sentía vergüenza de solo pensar que pudo haber traicionado a Igor pero no podía pretender que nada había sucedido, tenían una relación sincera que no merecía ser manchada por malos entendidos.- ¿Qué sucedió? ¿otra vez te di problemas?- con una fragilidad que solo el podía ver. Igor choco su frente con la de ella para luego posar un beso en su coronilla - Tuviste una mala noche, pero no te preocupes, no le hiciste daño a nadie que no lo mereciera- luego la miro a los ojos y con su sonrisa encantadora le susurro al oído - si me diste un poquito de problemas, pero
Sofía se encontraba dormida profundamente, dando la posibilidad a Senda de tomar el control de su cuerpo. Se sentía muy feliz del momento que estaba viviendo, pero necesitaba ver aunque sea de forma secreta a su "Roy", pero Sofía ya había ordenado mantener distancia. Se transformo y su aura parecía el de una colegiala enamorada. Debía ser lo más sigilosamente posible por que era evidente la presencia de varios lobos custodiando pero que ella todavía no conocía. El aroma a Cedro comenzó a invadirla, fue siguiendo su rastro hasta llegar a su habitación. Su mirada se volvió completamente sombría, pero no atacó en el momento, quería ver hasta donde estaban dispuestos a llegar. Su corazón dolía al ver como esa mujer tocaba a Benjamín, Roy se había desconectado y su comunicación era muy débil; pero le suplicaba ayuda. Poco a poco el tamaño de Senda aumentaba junto con su deseo de destrozar cada hueso de esa mujer. Ella sabía que no debía actuar era la esposa de Benjamín, las relacion
Las mujeres creían que se encontraban solas, pero tenían varios ojos y oídos custodiándolas. Igor y Vladímir, como siempre, revisaron la seguridad de sus chicas, pero no estaban muy preocupados, porque siempre tenían a sus sombras controlando desde lejos. Decidieron que era algo demasiado privado para ellas, por lo que se retiraron a sus habitaciones. Pero Benjamín y Estanislao no podían dejarlas; fingían no notar la presencia del otro, pero luego de escucharlas notaron que no eran muy distintos el uno del otro. Cuando las mujeres se durmieron a altas horas de la madrugada, Benjamín se acercó a Estanislao.—Por lo visto no soy el único que rechaza a su mujer— tratando de buscar la simpatía del alfa.—Jamás la rechacé; es complicada nuestra relación, pero nunca la abandoné como lo hiciste tú— con molestia en su voz.—Eso te lo reconozco, ¿pero no tiene nada de malo que sea una omega? Julia es una omega y es perfecta para su cargo; Reynaldo es tan feliz por tenerla— necesitaba enten
Luz entró con su vibra positiva; Sofía la siguió de forma tímida. Al ver a Luna, los miedos comenzaron a atormentarla, pero la actitud de la joven fue calmada, como si estuviera esperando este encuentro. Le extendió su mano mientras le regalaba una sonrisa amable. Sofía se acercó suavemente y tomó su mano con ganas de fundirse en un abrazo con su pequeña hija, pero no quiso ser tan impaciente; las dos anhelaban ese abrazo, pero les costaba dar el primer paso. Luz, siempre atenta a los detalles, comenzó un abrazo grupal que rompió el momento tenso. La omega disfrutó unos momentos para luego dejar que por fin se fundieran en ese abrazo que las dos tanto necesitaban; poco a poco, las lágrimas de ambas brotaron.Sofía, con palabras entrecortadas, susurró: —Perdón por no ser lo suficientemente fuerte para protegerte, pero te fallé—, apretando más el agarre sobre el frágil cuerpo de la chica.Luna, después de descubrir que la parte lobo de su padre siempre la protegió, decidió que lo mejor
Luna se levantó de la cama y comenzó a caminar mientras escuchaba el relato de Luz, comenzó a notar los detalles que había preparado, todo tenía un toque muy simple pero le gustaba, no existía lujos o artículos de diseñadores reconocidos. Las paredes tenían pequeños cuadros con libélulas pintadas - me gusta estos cuadros, me encantan las libélulas- y le mostró una pequeña cadena de oro con un dije del mismo material con una delicada libélula con incrustaciones de brillantes. Los ojos de Luz se abrieron al ver el pequeño dije - ¿quien te entrego esto corazón?- - Apareció en mi cama cuando me quede en casa del tío Reynaldo, me gusta mucho por eso siempre lo llevo conmigo- Luz tomó el pequeño dije en sus manos y revisó las diminutas letras que la libélula tenía dibujadas en su parte posterior. - Conozco muy bien este collar, es de tu madre y de todas las mujeres Alfa previas de esta familia-- ¿Pero como apareció en mi cama?-- Corazón ni idea, tal vez tu madre lo puso en tu
Luz llevo a Luna a la habitación que junto a Sofía estuvieron preparando por días, era simple con toques de romanticismo campestre. Luna aunque se sentía cómoda junto a Luz tenía miedo de que lo sucedido cambiara su imagen sobre su valor como mujer. La Omega no necesitaba escuchar sus pensamientos para descifrarlos - no te preocupes por mi, se que tienes un corazón tierno y puro- los ojos de Luna volvieron a cargarse de lágrimas - algo que admiro tanto de ti como de tu madre, es que no le temen demostrar su amor sin importar las consecuencias- con la voz rota preguntó de forma cautelosa -¿como es ella? Se que fue la mujer que me envió contigo, pero necesito saber algunas cosas antes de verla por primera vez- Con una sonrisa en los labios, -esta bien, te contaré todo lo que quieras sobre ella, pero lo juro por la Diosa que es de forma sincera, no intentaré suavizar o endulzar las cosas para que la aceptes-. - Tu madre aunque precisamente en este momento quiera mostrar su lado de Alfa
Último capítulo