Punto de vista de Carla
—¿Cómo te declaras?
—¿Cómo me declaro?
—Sin comentarios, di sin comentarios.
La voz de Elena irrumpió en mi mente como un camión a alta velocidad.
—Ella lo toma o te vas. —El miembro del consejo apuntó con un dedo agresivo a Elena, quien acababa de establecer un enlace mental conmigo.
—No va a tomar nada y no nos vamos. —Héctor golpeó la mesa frente a él con el puño.
—Entonces me obligas la mano...
—Está bien, lo tomaré.
—No.
No esperé, en mi opinión, no podía ser tan malo como el que me había dado Salomón, que me había dejado completamente inconsciente. Sí, estaba cansada, sí, estaba comenzando a experimentar dolores en mi bajo vientre debido al agotamiento, pero aún tenía mucho más que dar.
—¿Qué acabas de hacer? —Su gruñido resonó en la habitación mientras yo me bebía el tónico que me habían dado.
Definitivamente no era un sedante, no podía sentir el cansancio abrumándome, pero sí comencé a sentir que mi loba se alejaba lentamente. Era como si una cortina nos