Capítulo 23. Parte 1
Diego:
Con una sonrisa, pero con un destello de celos, dejo a Antonella en su casa. Sin embargo, me quedo con la alegría de saber que también se está enamorando de mí, un sentimiento y un placer que no experimentaba hace mucho. Al llegar a mi casa, decido enviarle un mensaje de texto, pero me quedo esperando una respuesta que nunca llega. No obstante, no me preocupo, pues estaba cansada, por lo que deduzco que se ha bañado para luego descansar.
Subo al cuarto de Marcus, convencido de que estará jugando, pero me sorprendo al verlo dormido. Me acerco y deposito un beso en su frente. Aunque es temprano para que haya caído rendido, lo dejo descansar; imagino que, después de haberse divertido con Roberta, su cuerpo simplemente cedió al cansancio.
Voy a la planta baja en busca de algo para comer, pero, para mi mala suerte, me encuentro con Ambra. Al percatarme de que no me ve, decido volver al cuarto. No soy tan rápido ni tan discreto, y mi torpeza hace que se me caiga un vaso, que se rompe