Capítulo 23. Parte 2
Diego:
Después de darme una ducha, me acuesto pensando en Antonella, dándole gracias al cielo por haberla puesto en mi camino, y más ahora que compartimos los mismos sentimientos.
Sin querer presionarla, me pongo a pensar que sería bueno que se decidiera a rehacer su vida junto a mí, y que dejara de vivir con un hombre que no ama, que jamás amó y que jamás amará. De pronto, como nunca antes, me pongo celoso, imaginando un sinfín de situaciones con respecto a Antonella y su esposo. Es algo que deseo sacar de mi cabeza, por lo que intento quedarme dormido, pero, como me es imposible, cojo mi celular de la mesa de noche y decido enviar un nuevo mensaje, esperanzado en que responda.
Diego: Amor, ¿estás ahí?
Me quedo esperando una respuesta, pero nunca llega. Eso me hace pensar que se ha quedado dormida, y prefiero no seguir imaginando cosas que solo me harían daño. Sacudo la cabeza y la apoyo en la almohada, dispuesto a descansar, convencido de que mañana será otro día y la veré en el col