Capítulo 20. Parte 3
Antonella:
Ver a Diego y a su esposa juntos no es el mejor panorama, y menos cuando ella lo besa sin previo aviso, y mucho menos cuando toma sus manos para ponerlas en sus enormes pechos. Aunque sé que no es culpa de Diego, y que yo soy solo su amante, no puedo dejar de sentir celos, lo que me lleva a salir corriendo para no tener esta sensación que me oprime el pecho.
—Celos de tu boca cuando besas a otra chica, siento celos, celos —canturreo. (Daniela Romo, México)
«Ni siquiera debería tararear esta canción, que por cierto es muy antigua ¿Dónde la escuché antes?»
Me voy directo adonde Cinnia para decirle que me duele la cabeza, gracias a Dios ella entiende, además de que el evento está por concluir.
Salgo del establecimiento haciendo parar un taxi, igual a las películas, con la diferencia de que no alcanzo a dar un paso y me doblo un pie gracias a no acostumbrar a correr con tacones. Caigo al piso intentando que no se me vean las bragas, aunque sean bonitas. En fin, la continuación