POV ALEXANDER
Salgo de la oficina con la mente clavada en un solo objetivo. La cena de esta noche. La reunión con los Kara no es un simple compromiso social. Es la llave maestra para cerrar un acuerdo que llevo meses cocinando y del cual dependen no solo cifras, sino la consolidación de un proyecto que me está costando más noches sin dormir de las que me atrevo a reconocer. Kamal Kara no es un hombre que se deja impresionar con facilidad. Necesita precisión, elegancia, confianza y yo no podía permitirme fallar.
Por eso, cuando cruzo las puertas de cristal y el aire cargado de Nueva York me golpea el rostro, no pienso en nada más que en esa cena. El tráfico, las conversaciones en la acera, el bullicio de la ciudad son simples decorados. Todo mi ser está enfocado en que esta noche debe ser perfecta.
La limusina me espera en la entrada. Franklin, con su porte de soldado en descanso, me abre la puerta con esa discreción impecable que tanto valoro en él.
—Señor —saluda, inclinando apena