En ocasiones la ilusión encontrar un amor telenovela no era el destino para todo el mundo. A mí me llegó un hombre sin principios, sin valores, sin un mandamiento invicto. ¿Por qué? Y la respuesta era por el propósito que tenemos en la vida. Conocerlo fue un remolino tan turbulento que no vi un pronóstico certero, pero con el amor nada estaba escrito, por amor somos capaces de hacer cualquier locura. Hasta tener una metamorfosis… Roland Sandoval, un magnate que tiene dos vidas diferentes. Una fachada intachable y un mundo oscuros donde era el demonio mayor de un emporio de muerte. Verónica Vásquez una sencilla estudiante que aparece en su vida para enredarle la existencia, o quien sabe, para cambiarle la vida. ¿Podrá un demonio dejar su mundo por amor? ¿Podrá dejar el infierno donde era el dueño absoluto para vivir con su ángel? ¿Roland Sandoval logrará dejar su oscuridad para construirle un mundo diferente a la mujer que ama?
Leer másVeo a mi mujer en el balcón de la casa, debe ser la vejez, pero le gusta levantarse temprano para mirar a nuestros nietos mayores jugar en los corrales. Besé su cuello y la abracé por la espalda. —Hola, Cielo. —Se aferró más a mi abrazo. —¿En qué piensas? —Honestamente, en la maravillosa vida que he tenido a tu lado durante todos estos años. Se giró y vi su rostro, ver el paso de los años en ella me hacen sentir alagado, se quedó a mi lado. —Yo agradezco que esos bellos ojos miel siempre brillaron al verme. —Has sido un hombre honorable, boca suelta y sucia… —Pero te encanta que aún te hable de esa manera. —sonrió—. Tú decías que a mis sesenta años no se me paraba y mira que aun mi verguita y yo te hacemos voltear los ojos. —Verónica se tapó el rostro y negaba —Tantos años y aún me ponen colorada tus palabras. —¿No ha sido así?, este viejo que ya entró en la tercera edad como me dijeron los descarados de Dante y Enrique. —ahora su carcajada fue más notoria—, no te cuento mis p
Veo a mi esposa terminar de arreglarse, sus cuarenta y cuatro la tienen más buena que nunca, un poco más entrada en carnes, pero que en nada le quedan mal, sigo deseándola y sigue parándome la verga como solo ella puede hacerlo, seguimos culeando de todas las maneras posibles.—Deja de mirarme con ganas de comerme que no tenemos tiempo, deja de ser morboso. —sonreí—. Y esa sonrisa de madurito buenote en potencia no te alcanzará para abrirme de piernas esta vez.—No he dicho nada. —sonreí—. Con el mañanero de esta mañana me conformo. —giró en su eje para mostrarme que es una hermosa mujer cuarentona y yo un cincuentón.—Sigues siendo la mujer más preciosa que hay sobre la faz de la tierra.—Gracias. —La vi entristecerse—. A papá le hubiera encantado ver la graduación de sus nietos.—Ley de la vida Hermosa, me preocupa mamá, se ve triste desde hace dos años que murió mi suegro.—Sí. —A Verónica le dan duro las muertes—. Pero bueno, el hecho que ahora todos hagamos las festividades en La
Victoria dormía en su cuarto, fue canalizada y sedada. Verónica permanece a su lado al igual que Liam quien le ha untado pomadas en los hematomas, cada vez que se le seca la crema, vuelve a echarle. Le dio mucha rabia y tocó explicarle que un hombre malo lo hizo, que hay hombres muy malos que golpean, él es muy inteligente, pero ciertas actitudes de conducta a él le cuestan entender. Dante y Enrique se sentaron a mi lado en el mueble que hay en el cuarto de mi hija. —Gracias hijo, nos salvaste. —Fue el equipo papá —los abracé. —Papá, he estado respondiendo tus correos de trabajo. —Gracias Enrique. Lo tuyo no es la adrenalina. —No de la manera de Dante. —Pero eso no te exime del castigo que desde hace años les tengo reservado, aunque aún les falta 5 años para hacerlo. —¿Un castigo guardado desde hace tantos años? —miré a mi hijo mayor y afirmé. —Así es —dije—, y donde están involucrados todos, ¿lo recuerdan? —Pensé que se te había olvidado —ahora miré a Enrique. —Pocas cosas
La puta tercera bodega estaba llena de hijos de puta, si nos dejábamos ver aquí se armará la nueva película de masacre sin fin. Y lo primero que harán los que estén arriba es matar a Lupe y a mis sobrinas. —Arnold, no podemos entrar como los putas, Bad Boys porque, las matarán. —¡¿Crees que no me di cuenta?! —miró la estructura—. Con quince años menos escalaría —sonreí. —Viejo estás tú. —Le dijo Rino. —¿Consejo? —Los miré. —Se requiere la ayuda de un amigo. —dijo, le dijeron que su mujer está viva y volvió a ser el loco de siempre. —Rata, tenemos como cincuenta hombres en la planta baja, requerimos apoyo, mientras algunos festejan nosotros debemos correr a la última habitación. —dije. —Vamos en camino, vayan abriéndose paso poco a poco. Eso fue lo que hicimos, nos dividimos, cada uno iba durmiendo, a mí se me estaban acabando los somníferos, terminaré matando. Mojón y yo nos quedamos escondidos escoltando a Rino, lo miramos y se aventuró a subir las escaleras. Cuando subió habl
—Al cuartel —me sonrió. —Eso es lo tuyo, yo seguiré con los negocios, estoy respondiendo como papá. Espero no meter la pata, aunque mi tocayo me ayuda. —Enrique vigila todo. —afirmó. Al llegar a la sala vi a mis amigos. Y como si me entendieran. Los mayores se levantaron, mientras que Sergio, Jacobo, Gregorio y Cristofer se quedarán cuidando a sus madres y a hermanos. Por otro lado, comenzaron a seguirme Milena, Isaac, Augusto, Sebastián y Demetrio me siguieron. Menos mal Dayana se quedó, suele ser un poco pegajosa. Seguimos a mi tío hasta llegar al despacho, luego al ascensor. Fue increíble el ascensor lineal, al llegar al lugar donde mi padre y mis tíos se pierden horas organizando los operativos para los que trabajan con el gobierno de Estados Unidos. Hace meses descubrimos lo que hacían cuando Milena logró clonar al computador de tío Simón. Aparentemente con su programa fue una entrada por salida, pero la verdad era que ella creó un puente y hemos estado conociendo la vida de
Los muchachos ya venían en camino de San Antonio para El Renacer. No hemos salido del cuartel buscando información, ya tenía en la mira al hijo de puta de Hoolt, así que esa gonorrea es el don de la prostitución infantil, y mujeres… tenía toda la información lista para enviarla a Cooper, el soplón era Moore, esos dos serán míos, también teníamos al hombre que le disparó a Any.En los últimos años, el trabajo se ha convertido en horario de oficina, por eso ahora sentimos el cansancio, me siento agotado, pero Victoria, Andrea y Guadalupe nos necesitan, estamos tranquilos porque seguimos con los rastreadores activos. De paso por Blanco dejarán a Germán, Felipe, Roberto y René en el lugar donde espera la gente de Cooper, se quedarán a su lado con la única instrucción de mantenerlo con vida y vigilando a Moore.Las cámaras nos informaron que el resto del grupo entraba a nuestros predios, en cuestión de minutos llegarán al rancho.—Vamos a comer, bañarnos y hablar con la familia, luego mira
Último capítulo