35. Agárrate fuerte
Ale se quedó mirando a su amiga, no sabía si contarle la verdad o la misma mentira que a Noah. Era consciente de que la forma en la que estaba llevando las cosas no era la mejor, pero tampoco deseaba esperar más tiempo, lo que tenía con Noah le gustaba y no quería que él se alejara cuando ella le propusiera embarazarla, es que, como fuera, eso no podía sonar bien de ninguna forma.
—Por ahora ese es un sueño aplazado —contestó, intentando sonar lo más convincente posible—. Por el momento, quiero ver hasta dónde se pueden dar las cosas con Noah—eso no era mentira—, ya después miraré cómo se me va a cumplir el deseo de tener un bebé —concluyó.
—Solo te quiero ver feliz, ¿está bien? —preguntó Grace con una sonrisa en su rostro.
—Lo sé, gracias —contestó Ale y se acercó a besar la mejilla de su amiga—. Yo también te quiero ver feliz. ¿Sacaste la cita en la clínica de fertilidad?
Grace empinó su copa de vino y casi la termina de un solo sorbo, para después asentir.
—La próxima semana tenemos