CAPÍTULO 22
—¡Suéltame, me lastimas, bestia! — le digo a Mijaíl tratando de zafarme de su agarre, mi brazo esta morado por su culpa, ya que está ejerciendo presión en el área donde Andrea ha introducido el dispositivo anticonceptivo, para no quedar embarazada, según ella tenía 99% eficacia y me podía funcionar durante cinco años, y Mija&iacut