**ANDREA**
—No irás sola.
La seguridad en su voz me toma por sorpresa. En ese instante, siento la mirada de Gracia posarse en mí, y al encontrar sus ojos, noto su expresión de preocupación, con las cejas ligeramente fruncidas como si intentara descifrar lo que acaba de pasar.
—¿Está todo bien, amiga? —pregunta con suavidad.
Intento sonreír, forzando una expresión y asiento con un gesto que pretende transmitir calma.
—Sí, todo bien... Pero necesito ir a un lugar, así que discúlpenme, me tengo que retirar —digo, buscando sonar convincente, aunque mi interior esté lleno de temor.
Me levanto con cierta prisa, y como si hubieran ensayado el movimiento, Leonardo y Santiago se levantan también, casi al mismo tiempo. La tensión se espesa por un segundo en el aire, sobre todo cuando Santiago da un paso hacia Leonardo y le murmura algo que no alcanzo a oír, su mirada vuelve a mí con una decisión que no da lugar a réplicas.
—Yo te llevo —declara con voz firme, dejando claro que no aceptará un no