—Dime qué carajo está pasando —le exige.
—¿Por qué haces esto? —murmullo.
—Hacer qué, Aye —Dylan se acerca a ella—. ¿Sobre esto hablabas? —quiere saber tomándola de la mano y ella asiente con la cabeza—. ¿Piensas que yo te estuve mandando cartas? —Aye vuelve a asentir—. Pero yo no lo estoy haciendo, Aye —entona con suavidad.
—Te escuché hablando de mí —le acusa—. No me mientas.
—No lo hago, sí. Te juro que yo no te envié ninguna carta, jamás —suelta con sinceridad—. Déjame ver eso —trata de quitarle la carta de la mano, pero ella retrocede—. Aye, no soy el que te escribe esas cartas, debes confiar en mí; no tengo nada que ver con todo esto, te lo juro —Ella sigue sin mirarlo y él suspira—. Por favor, déjame demostrarte que yo no soy quien te última —intenta de nuevo obtener la carta y Aye esta vez deja que la tome—. " Como veo que no has tenido el valor de preguntarle a tu madre sobre tu padre, creo que voy a darte una pista, tomémoslo como un juego. Su nombre es Daniel Rossinni —lee