La vida de Estrella se ve trastornada cuando es engañada y llevada a un país desconocido, dejando atrás a Emir, su amado novio. Será obligada a estar con alguien que no desea, convirtiéndose esté en su único dueño; un hombre insaciable y despiadado.
Ler maisDecente, risueña, estudiosa y poco social, sí, esa soy yo. Mi nombre es Estrella Lember Scott. Justo hoy cumplo mis veinte anhelados años.
—Mamá, me llegó una confirmación de la carrera que voy a estudiar —digo emocionada.
—¿En serio, hija? Tu padre estará contento.
—Sí, madre, pero es una muy mala noticia. Bueno, no para mí, sino para papá.
—¿Pero... no es en Inglaterra?
—No, madre, es en España. En Inglaterra cerraron la universidad debido a la muerte del hijo del director.
—Ay, mi niña, sea donde sea, recuerda que siempre te apoyaré.
Mientras hablo con mamá, mi hermano Tayyar me da un abrazo tan fuerte que creo que me va a sacar las tripas.
—Hermano, ya deja de abrazarme.
—Déjate, conejo —mi hermano me dice conejo porque tengo los dientes un poquito grandes, lo que pasa es que él es un exagerado.
Es muy apuesto, cariñoso, fastidioso, pero eso sí, es poco social con las demás personas y tiene un carácter del demonio. Es más, si lo haces enojar, mejor corre, corre y no mires atrás. Actualmente es gerente de una empresa llamada Rafas. Tiene 25 años y el próximo año se casará con la bellísima actriz musulmana Murha Felige.
Por su parte, mi padre sigue con sus restaurantes de cinco estrellas. Eso sí, llegan muchas celebridades como Shakira, Lady Gaga y, el último pero no menos importante, el cantante de dembow Keileng. Bueno, son los que conozco y aprovecho para tomarme una que otra selfie con ellos para después subirlas a I*******m. También abrió un nuevo negocio donde vende autos lujosos y de muy buena calidad, llamado Lember.
Mi madre, bella, ella es florista y vende decenas de flores de toda especie. Es la mejor tienda de floristería que hay en Estambul.
Lo que más me gusta de mi familia es cuando estamos en la mesa para cenar. Es ahí donde compartimos ideas y cómo nos fue en el día. Salgo de mis pensamientos luego de escuchar la voz de mi madre y el abrazo de mi hermano que aún sigue en pie. Es un chicle, es muy pegajoso, no me suelta.
—Ya déjala, Tayyar. Mira, ya se te está haciendo tarde —dice mamá jalándolo de la oreja.
—Es verdad. Chao, madre. Chao, conejo —se despide dándonos un beso a cada una.
Mi hermano sale disparado de la casa y yo vuelvo a lo que estaba con mamá: pidiendo permiso para irme a España.
—Mamá, yo quiero ir. Además, allá en España tengo una amiga y me puedo quedar en su casa. No pasará nada.
—Está bien, pero déjame y le aviso a tu padre. Mientras, ve y cómprale la comida a los perros ya que no tengo en la despensa.
—Sí, está bien —salgo de la casa muy emocionada. Sé que mamá usará su truco de amor y convencerá a papá y en unos días estaré en España con mi amiga Sasha.
Ella y yo nos conocimos por I*******m. Ella me siguió y yo la seguí y de ahí comenzó nuestra amistad. Un día recibí un mensaje de ella diciendo que le gustaba el color de mi cabello.
Cabe resaltar que aquí en Estambul la mujer que tenga el cabello rosa es vista como una falta de respeto, pero siempre lo he dicho: tu estilo no demuestra lo que eres.
**Emily...**
—Amor, nuestra hija ya no irá a Inglaterra.
—¿Entonces a dónde?
—A España.
—Princesa, ¿cómo que no? Si ya yo le tenía todo pago allá: sus viajes, su estadía en el hotel, hasta un escolta...
—Sí, amor, pero... el hijo del director murió y por ello todo se fue a la deriva. Cariño, déjala. Ella está muy emocionada, además, en España tiene una amiga.
—No lo sé, amor. Tú sabes que nuestra hija es muy bella y no quiero que ningún hijo de perra venga a hacerle daño.
—Amor, confiemos en ella. Ella me dijo que nos llamará constantemente.
—Está bien, déjame averiguar para cancelar en Inglaterra y comenzar el traslado a España.
—Muy bien, cariño. Te amo.
—Yo más, amor.
Finalmente llego al supermercado y compro comida para las mascotas. Luego llego a la casa y me encuentro con una grata pero inesperada sorpresa.
Están mamá, papá y mi hermano junto con su prometida. Alrededor hay un pastel y muchos globos.
¡Feliz cumpleaños, Estrella! —dicen todos en coro. Todos me abrazan y felicitan y lo más extraño pero emocionante es lo que me dice papá.
—Ten, hija —me entrega los pasaportes junto con una tarjeta de débito.
—Papá... muchas gracias. ¿Entonces eso quiere decir que sí me puedo ir a España?
—Claro, mi bebé. Pero eso sí, nos llamas cada dos días, ¿está bien?
—Sí, claro, papá. Te lo aseguro —mi padre me da un beso en la frente y eso me da más fuerza para ir a forjar mi carrera como abogada.
Ya han pasado ocho días desde que fue mi cumpleaños, donde reímos y comimos mucho, pero mucho pastel y helado.
Hoy por fin es mi viaje a España y creo que va a ser una muy buena idea.
Ya estamos en el aeropuerto donde me acompaña mi familia. Antes de montarme en el avión, mis padres se despiden de mí y me dan consejos que nunca faltan. Ya me subí al avión y mi familia se quedó esperando hasta que el avión despegara. Me dio tanta nostalgia, pero tengo que hacer realidad mi sueño.
Ya llegué a España y esto es súper lindo: las calles y las personas. Aunque no hablo mucho español, ya que nací y mi nacionalidad es turca, mi madre habla español y ella me ha enseñado.
Le envié un mensaje a Sasha mientras viajaba en el avión y ella me dijo que me estaría esperando en el aeropuerto, pero aún no llega. Mientras espero con ansias, una chica gordita de cabello rizado se acerca a mí y me habla.
—Me imagino que eres Estrella. Eres igual de linda que en I*******m.
—Sí, soy Estrella. ¿Y tú quién eres y cómo sabes mi nombre? —le pregunto extrañada.
—Mucho gusto, Aleja. Soy hermana de Sasha. Bueno, ella no pudo venir porque tuvo que ir a una entrevista, y por ello vine yo. Ven, vamos, te llevaré a la casa.
—Pero... no puedo irme contigo.
—Venga, tía, no seas tontita. Te estoy diciendo la verdad... mira —me señala una camioneta marrón que está en un parqueadero.
—Esa es mi camioneta. Vamos, el viaje es corto.
—Pero yo quiero ver a Sasha y para mí eres una extraña.
—Mira —me muestra un video donde está Sasha diciendo que no pudo venir porque estaba en la entrevista. Como no soy de confiar, decidí esperarla.
—Entonces esperemos porque contigo no me voy a ningún lado.
Ella asiente un poco molesta y sale a la tienda de enfrente y compra dos bebidas energéticas. Me brinda una y yo la tomo. Luego de dos horas aproximadamente, Sasha se baja de un carro rojo y se dirige a mí y me da un abrazo.
Me encuentro acostada en la cama Ya mi panza duele debido a las contracciones, el médico me guardará reposo ya que la bebé es ocho Mesina en serio va a ser demasiado activa ya que desde que tenía tres meses no dejaba de brincar dentro de mi vientre ? Hoy me siento tan feliz que el médico agregó que en cualquier momento iban a nacer luna, en realidad me gusta mucho ese nombre aunque Leo le quería poner a Emily igual que mi madre. tenía muchos nombres en mi mente había unos que me gustaban más que otro de hecho llegué a enamorarme de uno, pero luego de que caí en cuenta que mi nombre era estrella pues porque no ponerle luna a mi hija. –Mi Reina, hermosa–dice Leo mientras entra a la habitación y en sus manos sostiene un ramo de flores y una cajita de chocolates yo al verlo suelto una risa ya que parece un adolescente en busca de su novia. –¿Qué pasa mi amor?–me pregunta mientras se acerca a mí y me da un beso en los labios luego con la palma de sus manos empieza a acariciar mi vient
–Si como tú dices papá–entró a la habitación y veo a mi leo todo ruborizado, pero escucho a papá que le susurra a tayyar.–Te dejas ganar de tu hermana, mira se va a casar y tú aún no, hay tayyar si no te casas este o el año que viene te corro de la casa, estás muy viejo hijo vas para treinta y aún sin novia. ojo mucho ojo.–Pero papá aún tengo veintisiete no me jodas la vida hombre.–¿Como dijiste?, que no te joda?–le da un golpe en el hombro.–Lo siento, yo mejor me voy a hacer los preparativos para la boda de este par de bobos–se retiró del lugar estrilando.–Bueno hija me voy, te veo casa y ya sabes te quiero y tú leo no se te olvide lo que te dije, o de lo contrario–mi padre desliza su dedo índice por su cuello en forma de amenaza.–No se preocupe, yo amo a su hija y jamás le haré daño.El sale de la habitación dejándonos solos, ya por fin solos el problema era decirle a papá pero buenos mal ya sabe, porque mi mamá acepta rápido a mi leo, bueno si es que ya el chismoso de tayyar
–Hermano ¿no que te ibas?–Bah, chao nos vemos luego, no quiero ver esas escenas raras...?Tayyar se va con pasos largos y yo me arreglo el cabello, estoy frente a la habitación, tengo taquicardia y mi lengua está seca.Caramba leo que brujería me echaste? mira como me pones.Tomo la manija y abro y lo encuentro dormido?que lindo parece un bebé recién nacido su piel están radiante y su cabello negro está muy brillante, lo único que noto es que está delgado, pero aún así se ve hermoso.Mi dulce leo, mi corazón bello te tengo tan cerquita, que quiero besarte y romper cada costilla tuya, bueno no hasta allá?Me siento a un lado de la cama y acarició sus brazos, mirar sus hermosos labios es una locura, quiero probarlos ¡por amor a Cristo alguien que me ayude! que hago??Mis dudas se vencen luego de sentir su mano rodeando mi trasero. ¿What?–Mi vida, viniste–dice medio abriendo sus ojitos.–M-mi amor–me tiró a sus brazos no me importa si estaba en coma o no, yo lo que quiero es un abrazo
–No me gustan las sorpresas y mucho menos que vengan de ti.–Ay ya, no es para tanto conejo más bien ve y pórtate bien o de no no te doy tu zanahoria.–Muy bien–colocó mis ojos en blanco y me encojo de hombros luego el Palma mi hombro y sonríe.–Vamos, la sorpresa está en mi auto.Estamos dentro del auto me pongo muy nervioso no sé qué carajos le pasa a este idiota de tenerme en su auto.–dime ya cuál es la sorpresa?El saca su teléfono y hace una llamada, luego me pasa el teléfono.–Ten, habla.–Quién es?–pregunta incómoda y pongo el teléfono en mi oreja.–Hola, hola?–estoy hablando y nadie responde más bien voy a colgar cuando voy a colgar escucho esa voz qué efímero mi corazón.–H-hola mi vida–espera, mis lágrimas caen rápido encima de mi pecho, leo??–Leo, leo estás vivo?–mi hermanos suelta una carcajada? y me queda viendo como si yo fuera un chiste creo que se está divirtiendo viéndome la cara de estúpida.–Hay dios mío el amor, y pensar que ese estúpido te pone como una idiota–d
–Ah, Hola cariño solo paseaba y pues me sentí un poco mal después de la pelea que tuvimos y vine a disculparme contigo y por lo que estoy desnudo es porque estaba entrenando.–Bien por ti, pero si eres tan amable te puedes largar de mi casa?–el amarga la cara.–No, no me iré hasta que me perdones–es un fastidio.–Esta bien...te perdono Ahora si ¿te puedes largar?–él asiente y se va, qué demonios le pasa?.Me levanto del sillón y de inmediato me dirijo al baño necesito tomar una ducha fría.Ya me he duchado pero me siento incompleta luego de recordar otra vez a Leo, mi dulce leo, te amo mucho mi bebé, pero tengo que hacerme la idea de que más nunca voy a volver a verte solamente en mis lindos recuerdos.Diste todo por mi y nuestro bebé... Ahora que lo recuerdo tengo que hacerme una prueba de embarazo.Llamó a la farmacia y encargó una prueba la cual llega en menos de 10 minutos, con la prueba en mano me siento muy nerviosa de lo que podría pasar, pero bueno hay que enfrentar esos miedo
–Esta bien entonces esto es lo que haremos.–Si dime te escucho.–Siempre vas a estar detrás de mí, jamás te separes y si ves que me enfrentó con algún hombre solo mantente atrás no te involucres ¿está bien?.–Si está bien–asiento.–Muy bien mi niña–me besa en la frente, luego el se pone a buscar dentro del pequeño baño.–Amor ayúdame a buscar algo que nos sirva.–S-si–me pongo a buscar también levantando las cajas que están debajo del lavamanos mientras que el busca en las estanterías, aquí solo hay tarros de cloro, detergente y ácido para hongos, tomó el ácido creo que esto me va a servir mucho .–Ha conseguido algo cariño–me pregunta.–Bueno solamente conseguí este ácido para hongos ¿y tú?–el suspiro y dice.–No encontró nada cariño, pero espera dijiste ácido.-Si.–¡Exacto! ya sabes qué hacer con él ¿no? pero ten mucho cuidado.–Claro con esto te defenderé.–Jajaja, eso espero– hace una pausa a sus palabras, me mira confundido y me quita el tarro de ácido de las manos y lo coloca
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