–No me gustan las sorpresas y mucho menos que vengan de ti.
–Ay ya, no es para tanto conejo más bien ve y pórtate bien o de no no te doy tu zanahoria.
–Muy bien–colocó mis ojos en blanco y me encojo de hombros luego el Palma mi hombro y sonríe.
–Vamos, la sorpresa está en mi auto.
Estamos dentro del auto me pongo muy nervioso no sé qué carajos le pasa a este idiota de tenerme en su auto.
–dime ya cuál es la sorpresa?
El saca su teléfono y hace una llamada, luego me pasa el teléfono.
–Ten, habla.
–Quién es?–pregunta incómoda y pongo el teléfono en mi oreja.
–Hola, hola?–estoy hablando y nadie responde más bien voy a colgar cuando voy a colgar escucho esa voz qué efímero mi corazón.
–H-hola mi vida–espera, mis lágrimas caen rápido encima de mi pecho, leo??
–Leo, leo estás vivo?–mi hermanos suelta una carcajada? y me queda viendo como si yo fuera un chiste creo que se está divirtiendo viéndome la cara de estúpida.
–Hay dios mío el amor, y pensar que ese estúpido te pone como una idiota–d