20. LA CONSULTA
Por otro lado, Sofía no parecía recordar nada de lo que había sucedido la noche anterior en su cama. No sabía porqué había amanecido sin bragas, aunque se hizo una revisión presurosa, nada le dolía por allá abajo. Entonces, ¿había algo que recordar? ¿O simplemente estaba imaginando cosas debido a la rara situación en que amanecieron?
Decidió que lo mejor sería seguir adelante como si nada hubiera pasado. Después de todo, si ella no recordaba nada, y la expresión del señor López sugería que él tampoco lo hacía, ¿qué sentido tenía preocuparse por ello?
A partir del día siguiente, se prometió a sí misma que mantendría las cosas profesionales. Ella era su empleada y él era su jefe. Nada más. Por supuesto, esa decisión no hizo nada para disminuir la preocupación de tener la duda de si había realizado sexo con su jefe o no. Pero al menos le proporcionó un plan de acción, algo en lo que concentrarse para evitar que su mente divagara hacia territorios peligrosos.
Así que, con esa decisi