189. NO TODO EN LA VIDA SON TRISTEZAS
César sintió un nudo en el estómago al recordar los eventos de la noche anterior. El ataque a su familia aún estaba fresco en su mente y la preocupación seguía presente. A pesar de eso, se esforzó por mantener la compostura y seguir adelante.
Juntos, avanzaron hacia el comedor, donde fueron recibidos por el mayordomo en la puerta. Sin más preámbulos, anunció su llegada con solemnidad y respeto:
—El joven Sir César Cavendish, Lady Sofía y el pequeño Sir, junto a Lady Elvira, han llegado, señor—, declaró el mayordomo con seriedad.
—¿Y eso qué fue? —preguntó César, visiblemente confundido por la formalidad del anuncio y su falta de conocimiento sobre las normas de etiqueta de la nobleza.
El mayordomo, comprendiendo la situación, decidió adoptar un tono más amable y explicativo.
—Joven Sir, es una costumbre anunciar la llegada de las familias nobles de manera formal y respetuosa. Es una forma de mostrar reconocimiento y resaltar su distinción social. Le sugiero que se acostumbre a e