151. CUANDO EL RATÓN, SE VUELVE GATO
El tono de Matías era desafiante, pero Teresa podía ver algo más en sus ojos. Sabía que él estaba atrapado entre su lealtad a la agencia y su acuerdo con ella. Pero eso no le importaba. Ella tenía un plan y estaba decidida a llevarlo a cabo, con o sin la ayuda de Matías.
—Lo que tú hagas con tu carrera es tu problema, Matías—, dijo Teresa fríamente. —Pero recuerda, tú te comprometiste conmigo. Y espero que cumplas tu parte del trato.
Matías tragó saliva, había hecho un trato con Teresa Vivaldi, y ella no era alguien a quien se pudiera decepcionar sin consecuencias. Teresa levantó una ceja, mirándolo furiosa.
—¡Pudiste no ir! ¡Es tu agencia, Matías! Nadie puede ordenarte hacer algo. — Su voz era fría, cortante.
Matías se encogió de hombros, incómodo. No quería emplear lo que tenía en contra de ella, pero tampoco se iba a dejar avasallar por ella.
—Soy un profesional. Todos esperan de mí, las primicias de lo que sucede en el mundo. No puedo simplemente ignorar eso.
Teresa lo m