81. ¡Es tu fin!
Donde hay luz, también hay oscuridad. Justo en el momento en que la princesa Franchesca iba a dar a luz, una nube negra de tormenta comenzó a cubrir la hermosa luna llena.
La chamana se estremeció al comprender lo que eso significaba. La oscuridad estaba lista para atacar.
El sonido siniestro de un lobo en la lejanía, respondido por otros más, confirmó los peores temores de la anciana.
—Princesa Franchesca —dijo la chamana—, no hay tiempo que perder.
No solo la chamana sintió el peligro; también lo hizo la reina. Al no encontrar a su nieta, ni a su esposo, ni a la chamana en la cabaña, salió rápidamente y se aventuró en el bosque, guiada por sus instintos y su olfato, hasta llegar al lugar donde se encontraban su nieta, junto a los demás.
El lobo llamado Spike, de Alex, se acercó, olfateando a su hija y gruñendo levemente antes de volver su atención a su luna. La lamió justo en el momento en que daba un último empujón, dejando salir al último de los cachorros, un lobezno negro como el