78. A un paso de la guerra.
—Sí, mi señora —asintió la chamana lentamente—. Pero necesito tiempo. Debemos preparar el ritual para proteger a los cachorros y a la familia, pasando la oscuridad que amenaza a sus cachorros a su enemigo. La consanguinidad puede jugar a nuestro favor.
—Entonces no perdamos más tiempo —pidió Markus—. Franchesca, Alexander, ustedes deben permanecer juntos. Los cachorros podrían nacer en cualquier momento. Nosotros nos encargaremos de asegurar el perímetro y mantener a raya cualquier amenaza.
Alexander tenía sus dudas. Sabía que en ese momento la oscuridad no estaba pendiente de sus hijos, sino de él, tal vez dentro de él. Estuvo a punto de hablar, pero no sabía si debía hacerlo. Tal vez podría usar aquello que estaba dentro de él como arma contra su tío, y si hablaba, podrían arrebatárselo antes de tiempo.
—Haré lo que sea necesario para proteger a mi familia.
La respuesta de su hijo hizo que Markus asintiera, luego caminó hacia la salida para seguir vigilando.
—Markus, antes de que te