ETHAN
A la mañana siguiente cuando desperté, Clara todavía estaba dormida a mi lado. Si cabeza reposando sobre mi pecho y su respiración pasiva, como si supiera que conmigo estaba a salvo y que podía bajar las barreras.
Con cuidado de no despertarla, levanté mi lado de las sábanas, sostuve su cabeza y me escabullí sin hacer ruido para no despertarla.
En la cocina le preparé el desayuno. Para cuando lo devolví a mi habitación y cerré la puerta, del cuarto de baño salía vapor. Sin dudarlo, fui a buscarla.
La ropa de Clara estaba junto a la alfombrilla del baño, así que lo único que me separaba de mi novia desnuda y empapada era una delgada cortina de baño.
Me quité la camiseta y me bajé los pantalones de chandal con afán. Al cabo de unos segundos mi ropa formaba una pila al lado de la de Clara, y en dos zancadas llegué a la ducha.
Descorrí la cortina de pronto y me deleité con los ojos abiertos como platos de ella. Me embebí de su jadeo antes de que el miedo y la sorpresa momentán