Quizás, algo lo había despertado. O, tal vez fuera el mismo sueño que lo había hecho abrir los ojos. No lo sabía. A decir verdad, Brishen no estaba seguro de qué había sido lo que lo había arrancado de su cómodo y cálido sueño.
Lo único que tenía bien en claro era que delante de sus ojos se encontraba el rostro airado de Lawrence quien lo sostenía con firmeza por el cuello. Brishen arqueó una ceja intentando contener la carcajada que le producía verlo así.No podía evitarlo, esa siempre sería su reacción inicial a las situaciones tensas como aquella. Algo, como un pequeño bulto, se movió entre sus brazos. Bajó la vista y allí estaba ella, durmiendo con placidez e ignorancia de la escena que ocurriría en pocos minutos.—¿Se puede saber por qué diantres está mi hermana abrazada a ti?— susurró Lawrence como si su sola pregunta fuera una amenaza.Si aquello pretendía ser alguna especie de intimidación, B