Mundo de ficçãoIniciar sessãoEra la primera vez que Alejandro Herrera Cruz Djaya actuaba movido por un impulso que escapaba completamente a su control. No podía contener la irritación que lo consumía mientras conducía su reluciente sedán negro rumbo al hospital. No aceptaba la idea de que Valentina aprovechara su fragilidad para divertirse. Así que por eso estaba tan entusiasmada cada vez que se acercaba el día de su terapia. Claro… ahora todo tenía sentido.
—¡Maldito doctor! —masculló con furia, golpeando el centro del volante hasta que el claxon sonó estridente. El tráfico detenido empeoraba su desesperación. Calculó mentalmente el tiempo: Valentina había salido por la mañana y ya llevaba horas fuera. Demasiado para una simple sesión de terapia. Y lo que había escuchado… ¡era imperdonable!
Cuando al fin divisó el edi







