Cooper Somerset el cantante más famoso del momento perdió la memoria en un accidente automovilístico y se ve obligado a casarse con Richard Baker un hombre de supuestamente 55 años con quemaduras terribles en el cuerpo dicen con tal de salvar a sus padres de las deudas sin saber la verdad qué hay un motivo oculto que lo unió a su esposo…
Leer más"El collar de los secretos"
Todo sucedió una fría tarde de abril, el viento soplaba fuerte y chocaba contra mi cara mientras , iba maldiciendo mi muy mala suerte.
Venia echa una fiera y a la vez destruida por completo, había perdido a mis dos hijos hace unos pocas hora, al parecer a mi madre le molesto mucho la idea de que me dejara consumir tanto por la muerte de mi marido que incluso llegue a perder todo control sobre mi vida.
Consumía el alcohol como si cada parte de mi cuerpo dependiera de él y fumaba, algo que nunca antes en mi adolescencia había echo y eso la llevo a demandar para obtener toda custodia sobre ellos; No la culpo por haberlo echo, incluso pienso que es una mejor solución a todo esto. Ella cuidara muy bien de mis pequeños mientras yo busco la manera de superar lo más rápido posible este infernal año.
Ares murió hace un año aproximadamente y aún me duele como si fuera ayer, escucho los gritos como si estuviera pasando en este mismo instantes. El auto nunca se detuvo, mi marido nunca llego y las miradas de las personas que estaban siempre a mi alrededor se volvieron tristes y vacías, ellos sabían muy bien por el momento que estaba pasando cuando me dieron la peor noticia de mi vida pero aún así me abandonaron.
"Señora Eva, lamento informarle que su marido perdió la vida en un accidente de transito" .
Esa oración jamas podrá salir de mi cabeza, la voz era enfermiza y aguda o al menos eso creo puesto que al escuchar eso todo mi mundo se vino abajo. Era nuestro aniversario numero ocho al igual que la edad de nuestra pequeña Eliza, él traía consigo un regalo en la guantera " un ramo de flores y una caja enorme de bombones de chocolates, con ella venia una pequeña nota" su madre quien falleció unas semanas después de un ataque cardíaco fue quien me la entrego en las manos.
"Como la primera vez que salimos, te traje un ramo de flores "orquídeas" solo para ti mi hermosa y una caja de bombones para endulzar tu noche igual que ese día, donde te herí sin querer y termine caminando por toda la ciudad en busca de tu marca favorita para pedirte de rodillas perdón ante tus padres."
"Te amo, más de lo que alguna vez en toda tu vida te vas a poder imaginar. Eres y seras siempre mi mas hermosa casualidad Eva, Bendito sea el día en que tropecé en las escaleras y caí sobre ti dando vueltas para luego pasar un mes llevándote obsequios al hospital en espera de tu recuperación; Sin saber que justo así, me enamoraría de ti."
"Te espero en la habitación, no tardes amor."
No se en que momento me desconecte del mundo y comencé a llorar en medio de la calle, tampoco me di cuenta del momento en que pise mal y caí dándome un fuerte golpe en el trasero.
— Maldito suelo frió, maldito invierno y maldito mundo lleno de basura — gruño cuando me doy cuenta de que ha sido lo causante de mi caída y lo tomo entre mis manos para dedicarle una mirada de odio. — Asqueroso collar, no se de quien seas pero le maldigo también por no recogerte.
Lo observo bien detallando cada parte, desde sus bordes bien echos hasta las figuras en el centro que lo hacen ver muy fino y costoso. —Debería conservarte, después de todo no eres tan feo y debes de valer algo. Quizás pueda comprar una o dos botellas con lo que gane cuando te venda en la tienda de baratijas — lo levanto para saber si es original con el sol y me pongo en pie limpiando mi trasero sin quitar la vista del objeto.
A simple vista se nota que no es una baratija, es más creo que es de alguien muy adinerado que quizás fue robado por la zona, tuerzo mis labios en una mueca y un destello me ciega por segundos luego algo me deja impactada.
Hay una especie de puerta enorme frente a mi, me giro a los lados en busca de alguien que pueda estar igual de loco que yo y se fije en eso pero entonces caigo en la cuenta que las calles están completamente solas, como si hoy el mundo se hubiera detenido está mañana y nadie salio de su casa. Trago fuerte tras fijarme en esto muy tarde y siento un brisa helada que proviene de la puerta con brillo azul.
— Eva ... — creo escuchar la voz de Ares al otro lado de la puerta y sacudo mi cabeza para volver a la realidad, cuando entonces lo vuelvo a escuchar y tras mi nombre un sollozo. — Eva, te extraño tanto mi amor.
Mis piernas reaccionan por si solas, camino directo a la puerta y la traspaso. Dentro es aún más extraño, es como estar caminando en medio del universo, es más creo ver las constelaciones a solo centímetros de mi cuando piso mal y caigo.
Grito con todas mis fuerzas mientras veo como especies de pantallas a mi alrededor que pasan los recuerdos más hermosos de mi vida junto a mi Ares, cierro mis ojos para despertar de este extraño sueño y entonces siento la comodidad de mi cama.
— Que susto... — murmuro cuando abro mis ojos y noto que estoy en la habitación donde compartí tanto con mi marido. Miro a mis lados porque siento que algo va muy mal de verdad, no recuerdo haber pintado las paredes de purpura y tampoco haber puesto todos nuestros cuadros al fondo de la habitación, ni siquiera se el momento exacto en que le coloque candado al armario.
La puerta de la habitación se abre y no puedo creer lo que estoy viendo y al parecer la persona que se detuvo en medio de su entrada tampoco.
— Eva ... — la voz de Ares es a penas un susurro y su expresión de confusión y terror es algo épico, aunque claro yo también tengo esa misma expresión en este momento.
— Ares ... Ares... — murmuro para traerme a la realidad. — ¡Ares! — grito de emoción y las lagrimas que estuve reteniendo salen, corro hacia donde se encuentra y salto sobre el.
Se ha quedado pasmado y rígido, su aroma a canela llega a mis fosas nasales y me deleito con el mientras beso su cuello para sentirlo cálido, cerca, algo que desee desde hace mucho.
— Te extrañe tanto, Ares.
"Tsk… porque diablos tengo que ver a esta mosca dos veces" El disgusto en la voz de Deneb era claro, obviamente estaba hablando de Cooper pero él actual cantante no entendió aquel insulto y algo curioso miro a su alrededor buscando a la supuesta "mosca" "Pero aquí no parece haber moscas" respondió con cierta ternura e inocencia en su mirada. Deneb y todos los presentes se quedaron congelados en su lugar, estaban sorprendidos al ver que el gran Cooper, el chico que siempre usaba esas palabras crueles contra otros para burlarse ¿no había entendido? Deneb molesto chasqueó su lengua pensando que Cooper estaba siendo sarcástico, no era la primera vez que pasaba algo así y no caería en su ridículo juego. "Olvídalo… no quiero perder mi tiempo contigo" Cooper seguía sin entender a qué se refería, detrás de Deneb estaban varias personas que reían por la pequeña "disputa" entre ellos, Lina pensó en presionar el botón del elevador para retirarse pero Cooper al darse cuenta de sus accione
Cooper lucía extrañado y algo tierno, el chico ladeaba su cabeza sin entender a qué se refería pero ya sentía que había hecho algo malo aunque no entendía que podría haber sido esta vez. “No ¿porque?” “Por nada…” Lina aún no podía creer que estaba hablando con Cooper, le pidió que entrara al auto mientras ella entraba al asiento del piloto “Debemos pasar con el jefe primero, ¿estás de acuerdo?” La joven pregunto mirándole por el retrovisor sorprendida al ver cómo el contrario veía cada centímetro con asombro como si nunca hubiera visto la camioneta antes. “Claro, vamos” Cooper le volvió a sonreír pero eso solo aumentaba la confusión de Lina. Sentía escalofríos al ver ese cambio de actitud tan… drástico ¿estaba imaginando cosas o ya se había vuelto loca? Puso una canción de las favoritas de Cooper conduciendo a la agencia, sabía que era muy pronto para empezar a trabajar nuevamente después de todo el chico, aunque no le caía nada bien, había vivido una experiencia “traumática”
Las palabras del menor avergonzaron a Richard, no podía creer que Cooper insinuara que el tenía vergüenza. Se cubrió el rostro con su mano libre, tratando de contener lo que fuese que o quería salir de sus labios ya que en ese momento no sabía si enternecerse con la forma en que el menor se preocupaba por él o enojarse por insinuar que justamente él, Richard Baker el marqués más joven y poderoso se encontraba tímido de mostrar su cuerpo desnudo ante su esposo. Cuando Richard recupero la compostura apartó su mano mucho más tranquilo recuperando esa expresión seria para volver a hablar. “Creo que estás confundido, Cooper” La voz de Richard tenía un tono de diversión. “¿Eh?” “No puede entrar corrientes de aire mientras hago mi terapia por eso no abro bien la puerta pero si tanto quieres verme desnudo esta noche podemos compartir la habitación” el tono de Richard cambio de uno divertido a uno seductor con toda intención de invertir los roles. Al oír eso el rostro de Cooper se encendi
Cuando Richard se fue, Cooper continuó con su desayuno soportando el incómodo pequeño problema entre sus piernas, cuando terminó se levantó la mesa limpiando todo hasta dejar cada centímetro impecable, llevó sus platos al fregadero y ya que Richard casi no había tocado su comida optó por colocarle un plástico y guardarla en el refrigerador. Aunque no tenía memoria sobre nada acerca de su vida en lo absoluto su cuerpo se movía como si estuviera acostumbrado a hacer esa clase de actividades cotidianas, una vez que termino de lavar sus platos se retiró a su habitación. En la comodidad de ese espacio cerrado con solo las cuatro paredes observando a Cooper, el chico se tumbó en la cama soltando un largo suspiro, intentaría dormir un poco más ya que aún tenía un ligero dolor de cabeza por la fiesta; cuando recordaba su boda se sentía como en las nubes por cada momento compartido con Richard que incluso todo le parecía irreal. Cooper aún no podía creer que se había casado con “el amor de
Cooper sintió algo cálido tocar su mejilla, fue una sensación maravillosa y por supuesto no pudo evitar sonreír entre sueños, pronto comenzó a despertar pensando que su esposo estaría ahí junto a él aunque desafortunadamente cuando abrió sus ojos solo había quedado un leve aroma a vino tinto en su habitación el cual Cooper no sabía de donde provenía pero curiosamente le daba cierta sensación de paz.El menor se sentó en la cama y se talló los ojos con una de sus manos observando de un lado a otro hasta que encontró el despertador, salto de la cama algo asustado terminando de despertar al ver la hora que marcaba, eran las doce en punto, había dormido demasiado y seguramente Richard ya había desayunado sin el.Cooper salió disparado al baño para darse una ducha rápida, mientras se lavaba los diente también se cepillaba su cabello debajo del agua caliente. Quería lucir bien para su pareja y también podría hablar con él acerca del anillo en su guardapelo y porque le había dado una copia é
La boda había sido un sueño increíble para Cooper quien no podía contener toda la emoción de esa noche, estaba como en las nubes y aunque aquel sangrado nasal le había tomado desprevenido además de haberle asustado demasiado, su madre le dijo que no era nada solo se había esforzado demasiado. Le había dado una ligera fiebre después de eso pero unos trucos de su madre lograron refrescarlo para poder salir como nuevo.Richard quería preguntarle más pero lo vio bastante cansado y hambriento así que solo le dejó relajarse. La comida que pidió había sido deliciosa, llegó un momento conde tuvieron que cortar juntos el gran pastel de chocolate que Richard había pedido pues tenía entendido que era el favorito de Cooper aunque el chico casi ni lo había tocado, cuando Richard pensó que ya nada podía sorprenderlo aquella noche el menor le pidió bailar un poco.Nunca en su sano juicio pensó que le pediría algo así a él, nunca imagino que Cooper lo considerará siquiera pero agradecía que Alenka le
Último capítulo