Un mes atrás 

“¡JAMÁS! Nunca me casaré con ese anciano desfigurado”

El grito del chico de cabello rubio y ojos violeta se escuchó a tres cuadras de su casa. Elena y Asher Somerset observaban con molestia a su hijo menor Cooper Somerset, un cantante famoso quien ahora estaba haciendo un berrinche monumental por el arreglo de su matrimonio que los salvaría de la ruina.

El corazón de Cooper  latía muy rápido por la impresión y el pánico que estaba sintiendo en ese momento, Cooper no podía creer lo que había escuchado salir de la boca de sus padres  ¿estaban hablando en serio o ya habían enloquecido?

“No está a discusión Cooper, te casarás con el señor Baker en un mes” Respondió su madre con un tono frío.

“Pero… pero ese hombre tiene 55 años además está quemado y en silla de ruedas, escuche que tiene un fetiche con los jóvenes, una vez que entran a su casa nunca más se les ve salir, no quiero casarme con alguien así” Cooper infló sus mejillas con el coraje reprimido.

Era muy sencillo para el hacer un pequeño berrinche y poder conseguir lo que quería de su parte, y en esa ocasión se sentía confiado en que sus padres lo consentirían y olvidarían esa tontería acerca del matrimonio; sin embargo, harta de las quejas del menor, Elena se levantó del sofá donde estaba sentada y le propinó una fuerte bofetada al menor, sin esperar a que Cooper saliera de su sorpresa le sujetó del cuello de su camisa y lo acercó a su rostro, la expresión de su madre  estaba deformada por la ira y era intimidante...

“Escúchame bien, ¡niño berrinchudo de M****A! te hemos consentido demasiado, tenías toda la libertad de hacer lo que quisieras y te solapamos todos tus caprichos a cambio de que nos dieras solo una cosa, el dinero por tu éxito como cantante ¿y cómo nos pagaste?”

“Tu manager nos llamó, ¿cuando ibas a decirnos que la agencia va terminar tu contrato definitivamente?” Su padre Asher quien hasta ese momento se dedicó a beber de su taza de café en silencio, levantó el rostro para ver a su hijo con una expresión seria y fría mientras le decía aquello.

“Si no lo hubieras estropeado no tendríamos porque vernos en esta situación” reafirmo Elena con una sonrisa de sorna.

Cooper se quedó helado, su madre nunca le había puesto una mano encima antes y su padre nunca le había hablado con tanta frialdad ¿todo eso lo hacían solo por qué lo habían despedido? ¿Tanto alboroto solo por que ya no podían gastar su dinero en sus lujos y comodidades?

Cooper sentía el ardor en su mejilla y su corazón estrujarse en su pecho, quería lanzarse a llorar no por el dolor en su mejilla sino por las palabras de sus padres, ¿acaso solo era un banco para ellos? ¿Sus sentimientos no importaban?

“Estamos en quiebra y tú no ayudas nada” replicó Asher frunciendo el entrecejo.

Elena sonrió de manera tan siniestra que hizo que el menor sintiera un escalofrío recorriéndole la espalda, Cooper se quedó mudo con esa imagen, el silencio inundó la habitación y el chico ante el pánico de esa mirada agachó su cabeza mirando las pequeñas gotas de sangre que escurrían de su nariz y caían en la mesa de centro.

“El señor Baker está dispuesto a pagar toda nuestra deuda así que sirve de algo y solo cásate con él”

Después de esas crudas palabras Elena por fin soltó las prendas de su hijo y lo empujó para que volviera a sentarse en el sillón. Cooper cayó de un senton y apretó sus manos, de nuevo podía sentir como hace mucho tiempo no lo hacía que sus padres solo lo estaban utilizando.

Mordió sus labios con cierta fuerza hasta hacerlos sangrar, quería gritarles qué simplemente no lo haría y salir huyendo pero al final solo aceptó el trato, firmó unos papeles del contrato matrimonial sin siquiera leerlo aceptando casarse con el marqués Richard Baker, un hombre de negocios con mucho poder e influencias y aunque es un misterio cómo luce exactamente todos saben que tiene quemaduras graves de cuando su hogar se incendió misteriosamente.

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Durante ese último mes de libertad Cooper acabó, se dejó crecer el cabello hasta que llegó a sus hombros por petición de su madre por no decir orden más bien, al ser un “Omega” debía usar un hermoso vestido que el señor Richard había comprado y enviado para el, claro que a Cooper no le gustaba para nada la idea.

Mantuvo una distancia con su familia durante todo ese mes, sabía que solo lo usaban para seguir viviendo en la opulencia, puesto que su padre solo era un conde, tenía su título pero siempre hacía tratos con las personas equivocadas e invertía en proyectos que solo eran una e****a y él tenía que pagar las deudas de la familia, estaba harto.

El día se acercaba con rapidez más sin embargo algo creció dentro de Cooper, no supo si fue valor u odio pero no dejaría que su familia controlara ese aspecto de su vida, anteriormente había dejado que lo controlaran todo, lo que comía, su vestuario, sus canciones, su dinero, cada cosa que tenía, toda su vida la habían controlado ellos pero ya no más…

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Cooper tomó una decisión que por primera vez era suya y de nadie más, ideó un plan para deshacerse de su familia y huyó antes del día de su boda a un mundo sin ellos, a un mundo donde solo estuvieran él y sus pensamientos.

Iba a vivir su vida como y con quien quisiera y si el mundo ardía pues que se quemara, después de todo ¿que podía salir mal?

                                         ...

Noticias de última hora, el cantante Cooper Somerset quien había sido secuestrado antes de su boda por uno de sus fans por fin se ha casado con el marqués Richard Baker.

Un chico castaño que veía las noticias en un restaurante ambulante escupió su jugo y pegó un grito monumencial.

“¿COMO ES...? ¿Despertó?"

Todos los comensales pararon en seco por el grito que había pegado el chico mientras le seguían con la mirada ya que el joven ni siquiera se termino su comida, salió corriendo del restaurante con los nervios a flor de piel, todos miraron con desconcierto al muchacho por cómo corría con pánico y entraba a su auto.

Las personas murmuraron sin cesar sin entender el comportamiento del chico, era sospechoso pero aún así solo lo dejaron pasar.

Después de conducir un buen rato el chico de cabello castaño llegó a una cabaña oculta en el bosque y al entrar gritó con pánico.

“Tenemos un PROBLEMA…” el chico mencionaba jadeando y algo cansado por la carrera que hizo para llegar.

“¿Qué sucedió?” La suave y cansada voz del joven recostado en aquella cama inundo la habitación mientras el chico castaño le miraba preocupado.

“Él … despertó”

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“¿Encontraste lo que te pedí?”

“El joven Cooper se casó con Richard pero no parece que tenga el anillo…”

El hombre que se mantenía en las sombras le soltó un golpe que hizo caer de un solo movimiento a la otra persona.

“L-lo siento mucho… disculpe mi incompetencia”

“Más vale que ese anillo aparezca o tendré antojo de cortar cabezas”

El tono del hombre era bastante serio y se escuchaba que hablaba bastante serio, sus ojos de ese tono gris azulado parecían poder congelarlo todo.

“B-buscaré con más cuidado”

“Sin duda lo harás”

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“Mamá, papá… pronto les haré justicia”

“Jefe, hay movimientos de su tío”

“Procedan con cuidado”

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El joven Cooper observaba el amanecer desde una colina, tenía una suave sonrisa a pesar de su aspecto débil y acabado aún podía sonreír.

“Sin duda… tome la mejor decisión”

La historia apenas empieza, el famoso cantante Cooper Somerset se verá obligado a casarse con Richard Baker un anciano discapacitado que en realidad es un joven muy atractivo que finge su enfermedad para descubrir a sus enemigos.

La personalidad de Cooper y Richard son dos polos opuestos o eso es lo que se piensa pero la convivencia hará que el frío y desconfiado corazón de Richard sea derretido por la calidez única de Cooper.

La huida del cantante y un accidente de tráfico cambiarán por completo la vida de muchas personas en especial la de Cooper que irá mejorando después de una mala racha de malas noticias. 

¿Qué pasará cuando Richard conozca a su prometido Cooper?  ¿Quiénes son esas personas misteriosas que buscan el anillo en posesión de Cooper y qué razón tienen para quererlo?”

Si quieres averiguarlo, no te pierdas el primer episodio...