Luca corrió escaleras abajo cuando los vio aparecer por la mañana con su niñera, y cuando llegó a ellos, Bruno lo alzó en sus brazos.
—Papá… —Bruno lo abrazó con fuerza y dio pequeños besos en sus mejillas.
—¿Cómo amaneces, campeón? ¿Cómo dormiste?
—¡Bien! Estaba jugando, ¿dónde estaban?
Bruno lo dejó en el suelo lentamente y Melissa se apresuró en saludarlo besando sus mejillas.
—Tenemos una cita —La sonrisa de Luca fue apenas cuando miró a Melissa.
—¿Una cita?
—¡Buenos días! —El nonno apareció por detrás saludando y Luca se giró para batir su mano hacia él.
—Hola, nonno… —Todos se rieron, aprendía muy rápido, y cuando Lorenzo llegó hasta ellos con el bastón, le hizo una negación a Luca con el dedo.
—Se dice: “Bendición, nonno”
—Oh… —Luca puso sus manitas atrás—. Bendición, nonno…
—Perfecto. Eso está mejor… ¿Ya desayunaron? —Esta vez Lorenzo se refirió a ellos y ambos negaron—. Pues vayan a la cocina, yo iré con Luca al jardín.
—¡Si! —Luca no esperó a Lorenzo, salió corriendo por tod