Max nunca vio a Ginebra como a una de esas con las que sólida tener algo. Él siempre la vio como a una amiga y al momento de su rechazo creyó que era buena idea decir que la veía como una niña, desatando así la furia de ella. Sin embargo, el destino les dará una lección cuando menos se lo esperen y están en una situación que los llevará por un buen camino.
Ler maisPrólogo
¿Por qué cada vez que me enamoro los hombres me tratan como si yo no fuera suficiente para ellos? Como si me faltara algo que tal vez encuentran en las demás. Desde que lo conocí a él, pensaba que todo mi mundo sería distinto, pensaba que él sería distinto a los demás que ya había conocido, pero me equivoqué. Otra vez puse mis ojos en alguien que no valoro mis sentimientos ni por una vez. Bien dicen que las apariencias engañan y yo me dejé engañar por tonta.
Al principio cuando lo conocí aquel día ambos nos llevábamos muy bien, tanto que conversábamos por horas y hasta nos reíamos juntos por cualquier cosa que nos pareciera chistoso. Incluso en cada reunión que organizaba su familia yo estaba ahí solo por él y nos la pasábamos pegados el uno al otro como si siempre hubiese algo más. Algo más que solo veía yo debido a que él pensaba diferente, así que, como comprenderán, mi corazón en cada ocasión que pasaba cerca del suyo se enamoraba por segundos, hasta que ya no hubo marcha atrás. Sin embargo, todo eso cambio luego de aquel viaje a la isla y desde entonces ya no he vuelta a ser la misma.
En esa ocasión me di cuenta de que mi supuesto príncipe azul, el mismo que me había hecho sentir que yo era especial y única con solo mirarme, en realidad no era más que otro idiota disfrazado de santo que permitió que soñara con una vida a su lado para luego tirarme de la nube en la que estaba de manera cruel. Aún recuerdo claramente sus crueles palabras y la rabia recorre todo mi cuerpo por completo al darme cuenta de que soy una idiota.
Recuerdo …
Miraba la tranquilidad del mar mientras estaba sentada en la arena y me fascinaba ver como las olas rompían en la orilla una y otra vez. Eso sin contar que la brisa fresca jugaba con mi pelo de manera delicada y refrescaba mi rostro haciéndome sentir increíble relajada. Nada que ver con los últimos días de escuela que me han tenido en estrés total.
- ¡Así que aquí estabas! Te estuve buscando por todos lados y no daba contigo - dice Max totalmente de la nada, quien se sienta a mi lado sacándome de mis pensamientos.
- Bueno ya me encontraste ¿Para qué me buscabas? ¿Ya terminaron todos de burlarse del pobre Iván? Le han estado haciendo la pelota toda la tarde.
- Pues sí, ya acabamos por el momento. Cristal se está encargando de quitarle lo que le queda de resaca y seguramente la pasaran muy bien juntos ahora que comienza su luna de miel.
- ¡Maravilloso! Me alegro por ellos, sin embargo, las palabras dichas anoche por tu hermano fueron muy bonitas y de paso muy valientes. Ojalá yo tuviera a alguien en mi vida que también me quisiera de esa manera y con esa intensidad. Daria lo que fuera por un amor tan bonito – digo de la nada, para luego mirarlo directamente a los ojos.
- No digas eso, estoy seguro de que ya tienes a alguien que se muere por ti y tú solo no te das cuenta. A veces los hombres podemos ocultar muy bien nuestros sentimientos para que nadie los descubra. Si no mira el ejemplo de mis hermanos, ellos son de los que ocultaron sus sentimientos y al final terminaron más que enamorados – dice mientras me acaricia la mejilla y yo siento que solo con eso mi cuerpo completo vibra.
- ¡Max! ¿Tú serías ese alguien que en secreto se muere por mí? ¿Si yo te dijera que estoy perdidamente enamorada de ti serías ese hombre que me haría sentir especial? Solo quiero saberlo porque creo que es obvio que yo siento cosas por ti.
El silencio se hizo presente entre los dos y él simplemente no dijo nada, el silencio solo reino por unos momentos hasta que al parecer decidió hablar al ver la expresión de angustiada de mi rostro.
- Ginebra lo siento, de verdad que lo lamento, pero yo no puedo ser esa persona de la que hablas. Yo de verdad te aprecio como la buena amiga que eres, pero es que no sé qué decirte. Ante todo, quiero que sepas que no es por ti que digo esto, sino por mí. Tú sin ofenderte no eres mi tipo de mujer y aparte todavía eres una niña, eso sin contar que eres la hermana de mi futura cuñada. Así que yo solo te veo como a alguien más de la familia y no estoy interesado en ti de la manera que tú quieres. Lamento mucho que hayas confundido las cosas entre nosotros de esta manera, pero espero que esto no nos afecte. No quisiera perder tu amistad.
No lo podía creer, nunca nada en la vida me había dolido tanto como esas palabras que me lastimaron como nunca ese día y todo por lo ridícula que me sentí ¿Qué no era su tipo de mujer? ¿Qué yo era una niña para él? ¿Qué me veía solo como a una buena amiga? Ni siquiera entiendo por qué me afecta tanto sus palabras todavía, si en un primer lugar esa no es la primera vez que las escucho, ya que al parecer hoy en día todos los hombres dicen lo mismo. Solo están interesados en las chicas con experiencia en la cama y los verdaderos sentimientos los dejan de lado como si no valieran nada creyendo que el sexo lo es todo en la vida. Sin embargo, aún sigo recordando todo lo que paso y me sigo llenando de rabia.
- Max solo voy a hacerte una pregunta antes de irme y espero que me contestes con la verdad, creo que es lo menos que me merezco. Cuándo te refieres a que soy una niña lo dices porque aún soy virgen ¿Cierto? Ningún chavo a esta edad sabe cuál es su pareja perfecta porque solamente piensan en sexo como tú y andan buscando solo chicas con experiencias que no les causen dificultades en la cama ¿Me vas a contestar esta pregunta o prefieres seguir callado como hasta ahora? ¡Claro! ¡Que imbécil soy! Tu tipo de mujer perfecta deben de ser las que ya han experimentado por lo menos con medio mundo porque para ti es más importante una cama que algo más. A lo mejor si yo también me vuelvo una cualquiera como esas chicas que seguramente acostumbras a frecuentar, quien quita y comienzo a llamar más la atención de ustedes los hombres.
- No digas esas cosas ni en broma Ginebra y no te compares con ninguna otra mujer. Tú eres una chica de buen corazón y pura, que nada tiene que hacer pensando de esa manera tan equivocada. Además, yo no dije esas palabras que tú acabas de mencionar como para que pienses que no estoy contigo solo porque eres virgen. Esas ideas solo las estas poniendo tú en tu cabeza y no te hacen nada bien.
- Y de qué me sirve a mí que me digas todo esto si al parecer el hecho de ser virgen espanta a todos los hombres de hoy en día ¿Sabes algo Max? Estoy cansada de esta m****a, tú no eres el primero que me dice palabras de consuelo como esas, pero en parte debo decirte que tú no tienes la culpa de lo que está pasando porque esa solo la tengo yo. Así que únicamente te voy a pedir que ya no te me vuelvas a acercar y ni siquiera me dirijas la palabra para evitar malos momentos. Además, para tu tranquilidad y la mía te voy diciendo desde ahora que ya no me tendrás que soportar a tu lado porque en unos meses me voy a estudiar a otro país. Tal vez estando lejos me vuelva una mujer de esas que todos los hombres como tu quieren para que así después ya nadie me pueda decir que no soy su tipo.
Después de decir esas palabras al parecer las intenciones de Max eran decirme que no siguiera diciendo eso, pero en vez de escucharlo solamente lo dejé con la palabra en la boca en aquel lugar. Ni siquiera una palabra de consolación deje que me volviera a decir porque no iba a permitir que supiera hasta donde me había afectado todo lo sucedido. Únicamente sé que al llegar a mi habitación y verme al espejo no pude evitar llorar, ya que me sentía una tonta por haber creído que alguien como Max se fijaría en mí. Es por eso que jure que esas serían las últimas lágrimas que derrame en mi vida por culpa de un hombre; nunca más dejare que mis sentimientos se confundan por más que mi corazón me traicione.
Fin del recuerdo …
Que rabia siento hacia mí misma porque a pesar de mi indiferencia hacia Max después que fui rechazada por él y luego de todas mis malas contestas cada vez que este intenta hablarme para según dice tratar de tener mi amistad otra vez. Pues ahora resulta que, por casualidades del cruel destino, para mí pesar lo tendré que soportar en la universidad gracias a que vamos a la misma. Además, para colmo también tendré que verlo con cuanta zorra se le cruce por delate y sentiré que las palabras de aquella noche se clavaran en mi alma como un puñal cada vez que me cuenta lo tonta que fui. Como si no fuera suficiente con tenerlo como parte de familia por el resto de mi vida.
Respiro profundo porque no voy a dejar que esto me afecte una vez más. Tal vez reaccioné mal al principio cuando dije que quería convertirme en una mujer que no soy, ya que después de que pensé con la cabeza fría me di cuenta de que eso no valía la pena. Sin embargo, eso no me va a impedir buscar al hombre que verdaderamente se muera por mí y me haga sentir especial solo con mirarme a los ojos. Así que por mi parte Max saldrás de mi vida y de mi corazón para siempre como si fueras una molesta piedra en mi zapato que jamás debió de estar.
EpílogoMaxLa vida es una caja de sorpresas que nunca deja de guardar lo mejor. Hace años, juré que jamás me enamoraría… Y sin embargo, aquí estoy: casado con la mujer más hermosa del universo y siendo más feliz de lo que jamás me imaginé.Además, ver con mis propios ojos lo que he logrado a su ladito, lo que hemos construido juntos con nuestro amor me llena de orgullo y no cambiaría nada de nuestro camino, ni los tropiezos, ni las victorias. Las risas, la alegría, el amor puro que me regalan los seres más importantes de mi vida son mi recompensa más grande y algo que hubiera dejado de disfrutar si hubiese seguido siendo el mismo tonto que alguna vez rechazo el amor.— ¡Papá, ven a ver esto! ¡Rápido, rápido!— Sí, papi, por favor, ven.La dulzura de esas vocecitas hace que mi corazón se derrita cada día y cada ni. Es un sentimiento cálido, tierno, que me atraviesa con fuerza cada vez que mis dos pequeñas princesas me llaman “papá”.¿Quieren saber cuánto tiempo ha pasado? Han sido onc
Capítulo 38GinebraSiento la estrepitosa risa de Max mientras trato de vestirme, maquillarme y peinarme al mismo tiempo, en tiempo récord. Su risa se hace más fuerte cada vez que le lanzo una mirada asesina, de esas que me salen tan bien ¿Qué por qué se ríe tanto se preguntan? ¡Fácil!Pues resulta que anoche, apenas regresamos de la empresa, pasamos horas haciendo el amor aún cuando dije que no debíamos, y como si no fuera suficiente, esta mañana, en cuanto mi flamante novio abrió los ojos, lo volvimos a hacer. Es por eso ahora estoy como loca de las que caminan por las paredes, ya que se nos ha hecho súper tarde.— Max, te juro que si sigues riéndote no vamos a tener más intimidad en dos meses y esta vez hablo muy enserio— le digo apuntándolo con el dedo, sin piedad.— ¿Dos meses? ¿Tanto así? No creo que tú aguantes tanto sin mis encantos muñeca, mira que de los dos tu eres la más pervertida.— ¡Ay, amorcito! No me retes porque te puedo sorprender. Sabes que me encantan los retos y
Capítulo 37GinebraTres años despuésEstos tres años que han pasado han estado llenos de cambios profundos en la vida de todos, llenos de momentos amargos y dulces que han transformado nuestras vidas, como también la de las personas que forman parte de nuestra familia. Algunos eventos han marcado un antes y un después para todos, redefiniendo nuestro concepto de justicia, familia y amor.La primera gran sacudida fue el accidente catastrófico que sufrió Flavia. Aquel intento de escapar con más de lo que la vida estaba dispuesta a darle, terminó costándole caro. Recuerdo que después de salir del hospital aquella vez que casi manda a su pobre madre, con una rabia absurda todavía corriéndole por las venas, se fue directo a la mansión. Fue ahí que con una frialdad impresionante abrió la caja fuerte del despacho de Max y se llevó una considerable suma de dinero que no le pertenecía. Además, como si eso no fuera suficiente, se apropió de uno de los autos deportivos al mejor estilo Rápido y
Capítulo 36Ginebra¡Una semana! Solo una semana había transcurrido desde que las cosas por fin parecían estar en calma. Una sola semana en la que todo parecía ir bien, donde la vida sonreía sin escondites, pero como suele suceder. La vida no permite que la calma dure demasiado. Siempre, de una manera u otra, tiene una forma muy cruel de arruinar la paz y la tranquilidad de todos.¿Quieren saber qué pasó ahora Y por qué estoy diciendo esto? Pues escuchen bien…Hace apenas unas cuatro horas aproximadamente, mis amigas y yo estábamos entrando tranquilamente a la universidad, acompañadas de nuestros novios, riendo como siempre, disfrutando del simple hecho de estar juntos cuándo de pronto. Una interrupción lo echó todo a perder, la secretaria del campus se acercó con una expresión urgente y dirigió la mirada directamente hacia Romina. Esta nos informó que su presencia era requerida inmediatamente en la dirección y de inmediato nos detuvimos en seco.Todos intercambiamos miradas silencios
Capítulo 35GinebraLa sensación de sus manos acariciando mi piel es como flotar entre nubes de algodón hechas solo para mí. Con la yema de sus dedos, Max recorre suavemente la línea desnuda de mi espalda, deteniéndose en el cierre del vestido, que retira con delicadeza. Ahora, solo un pequeño trozo de tela me cubre entre sus manos: mis bragas, la última barrera antes de quedar completamente expuesta ante él.Con un movimiento ágil, Max me gira con cuidado, dejando que mi espalda desnuda repose contra su pecho cálido. Sus labios se deslizan con lentitud, dejando una estela húmeda y eléctrica sobre mi cuello y hombros. Cada beso suyo eriza mi piel, como si me encendiera desde adentro.— ¿Confías en mí? — susurra contra mi oído, su voz ronca, envolvente, como una promesa oscura y dulce.Solo puedo asentir, muda, atrapada entre el calor de su cuerpo y el deseo que me recorre como una corriente.Siento su mano entrelazarse con la mía, y me dejo guiar por él hacia su habitación. Al entrar,
Capítulo 34MaxCuando vi a Cristal frente a nosotros después de tanto tiempo, me costó creer que ella fuera la misma chica con la que alguna vez estudié y me llevaba bien. La mujer que tenía delante no parecía ni una sombra de quien creí conocer y todo después de escuchar la historia de Romina. ¿Cómo alguien podía ser capaz de hacer sufrir tanto a su propia sangre? No lo entiendo.Al principio, cuando supe que Romina estuvo involucrada en el plan que involucró a Adrián y Pablo, no pude evitar sentirme bastante confundido. Incluso dudé de sus verdaderas intenciones por un momento, pero luego, cuando se sinceró y nos abrió su corazón contando con crudeza todo lo que había tenido que atravesar en su vida, comprendí que sus palabras no escondían mentira alguna. Había algo genuino en ella, algo dolorosamente real, y decidí apoyarla en todo.Ahora, mientras Cristal nos observa, alternando su mirada entre Ginebra y yo, noto algo extraño en sus ojos. Es una sensación que no puedo explicar de
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