Por suerte, ningún esperma de Collin había caído en mi traje. Tuve la previsión de cambiarme. Un cambio de ropa durante un almuerzo de trabajo podría haber sido difícil de explicar, y si nos quedamos embarazadas, no quiero que nuestros colegas piensen que nos escapamos para tener sexo a la hora del almuerzo. Será bastante extraño dejarles saber que tengo al hijo de Collin creciendo dentro de mí.
‘‘Tal vez debería haberte dejado organizar que un profesional te ayudara ‘‘le digo.
“Todavía puedo. Puedo hacer algunas llamadas”.
Me doy vuelta para mirar a Collin. ‘‘Pero ¿qué pasa con la prensa? ¿Qué pasa con la gente que se entera?
Collin se encoge de hombros y es mi turno de mirarlo fijamente.
‘‘No puedes hablar en serio. Apenas hemos empezado nuestra falsa relación. ¿No crees que a tu familia y a nuestros colegas les parecería extraño que ya estemos en una clínica de fertilidad? ‘‘Me estremezco’‘. Hablando de chismes. Además, está la presión. Será mejor que tengamos sexo que arriesgarnos