Sibelle
tengo que sobrevivir, tengo que quitarme del juego. Pero, ¿cómo hacer eso? ¿cómo podría salir adelante si no tengo derecho a expresarme?
Así me duermo con un deseo de un futuro mejor.
El águila
Entro en la suite de Aïcha y la encuentro a cuatro patas con las nalgas en alto, y detrás de ella uno de mis guardias. Vaya, nunca lo habría imaginado.
¿Pero desde cuándo dura esta historia? Están tan metidos en su mundo que no han notado mi presencia, tengo la sensación de haber sido drogado, siento que estoy en un mundo paralelo, donde mi doble observa lo que sucede, porque no son lo suficientemente locos para hacer esto en mi casa, bajo mi nariz.
¡Espera, ¿me he vuelto blando o qué!
Espero pacientemente a que este pobre tipo que pago se acueste con mi amante y esta perra que grita como si fuera el dios del sexo. Él sigue penetrándola profundamente, me gusta lo que veo ya que a ella le gusta tanto el sexo, estará servida, envío discretamente un mensaje a tres guardias para que vengan