Korina espero la noche y con un maquillaje bastante pesado llego al casino. Al entrar a la oficina que se encontraba Don Darío, este subió su rostro en cuento escucho sus pasos y el olor de su perfume.
Algo molesto se quedó mirando a Korina — No me gusta ese maquillaje, quiero que te lo quites — — Don Darío... — — Dije que te lo quites — — Pero Don Darío... — Levantando la voz no dejo que Korina hablara más — Farid trae el quitador de maquillaje y maquilla bien a Korina, unos días y se le olvida como debe verse — — Sí, señor y de inmediato — Con una sonrisa este fue por los productos. Don Darío no dejo que Korina hablara en ese momento, le era complicado y debía decirle que ya no sería más su dama de compañía. — Señor Farid no es necesario — Se levantó Don Darío, serio, frío e imponente como lo es, Korina temía y pronto Farid le paso el desmaquillante. Con un sonido de dolor y Farid abriendo sus ojos paró de quitarle el maquillaje — ¿Niña pero qué paso? — — Estoy tratando de... — — ¿Farid qué pasa?, ¿Por qué desobedece mi orden — Farid se mordió el labio y giro hacia Don Darío, este lo miró serio — Está golpeada — — ¿Qué? — Don Darío dejo los documentos que veía a un lado y se quedó mirando a Farid tras ese comentario. — Le golpearon la cara y la tiene morada e inflamada, por eso el sobre maquillaje — Roja y sin poder explicar aún, Don Darío se acercó a ella, quería comprender la situación y a finales de la semana la necesitaba, ya había estado ausente una semana y cambio unas reuniones para esperarla y ahora no podrá llevarla con él. — Explícame — Nerviosa, respiro profundo y no había mucho que hacer — Don Darío, lo lamento y mi ex pareja llegó a la casa donde me pidió dinero y este me empezó a golpear en el momento que se lo negué. Mi madre se ha metido en la discusión y este la ha golpeado de tal manera que me la mandó al hospital, no tengo quien me cuide a mi hijo y también tengo que cuidar a mi madre. Ni siquiera puede moverse, lo lamento de verdad, esto es algo que se me va de las manos y necesito cuidar de ellos. Venía a decirles que prácticamente renunció y de verdad lo lamento mucho esto no es algo que esperaba — — ¿Quién está cuidando de su bebé y de su suegra en este momento? — Algo incomodo Don Darío centro su mirada sobre sus ojos y se notaba su preocupación. — Mi vecina de abajo — En lo que Darío estaba por decirle algo llamaron el celular de Korina, al ver quien era de inmediato contesto, en el se escuchaban unos gritos de unas mujeres y también de su bebé quien lloraba fuertemente. Al fondo nada más se escuchaba a unos vecinos tratando de calmar una gran discusión y eso altero aún más a Korina. [ Ven rápido que algo está pasando en la casa de Samanta, corre me parece que es tu ex pareja ] Korina comenzó a temblar y finalizo la llamada, miro a los dos hombres frente a ella y debía evitar otra tragedia — Debo irme y después conversamos — — Espera — Don Darío detuvo a Korina que se fuera. Entendió que realmente estaban pasando por una situación muy difícil y por los gritos que se escuchaban era claro que regresó para continuar con lo que dejó inconcluso. Tomó las llaves de su coche y miró a Farid serio y con un aura de matar a quien se pusiera al frente, odio tener que cambiar los planes y además de que ella prácticamente por segunda vez le cambian su vida, junto a sus planes. — Vamos, acompáñeme y si es necesario llamar a la policía — Farit conociendo a Don Darío mejor acudió a su comentario — De acuerdo estaré atento e iré detrás de ustedes con mi coche — Korina con vergüenza le indicó dónde vivía, pronto ellos llegaron a la zona. Entre los departamentos se escuchaban aún los gritos, corriendo ella pronto llegó al departamento de Samanta. Al abrir, Antonio las estaba golpeando e incluso a su mamá la volvió a golpear con su pie en la zona donde se le había quebrado la cadera, eso levanto un gran impulso dentro de ella y debía detenerlo. Está de inmediato se balanceó sobre él, sin embargo, pronto la empujó contra la pared y estaba por golpearla a levantar su mano cuando sintió que alguien le tomó de su brazo y lo detuvo fuertemente. — Suéltame, ¿Quién eres?, ha ya veo y uno de sus amantes, claro como ella es una fácil, no son más que unas mujerzuelas — Esas palabras ofendieron a Don Darío le molestó saber como la estaba tratando, sabiendo y estando enterado de que la había abandonado con su hijo de apenas dos meses. — Amantes y mujerzuelas, así tratas a la persona que sacrifico todo por una basura como lo es usted — — Cállate y eso no te importa, ella lo hizo porque quiso y no te metas — Don Darío eso le molesto, y es la razón por el cual ella empezó a buscar trabajo, no pretendía meterse en su vida en lo más mínimo, sin embargo, al verla como estaba de golpeada y su madre en mal estado le molestó muchísimo su actuar. Prensándolo contra la pared este lo empezó a golpear fuertemente, su mirada siniestra, sin temor, frío y de muerte se posicionaron sobre la expareja de Korina. Prácticamente Farid tuvo que intervenir para que no lo matara, a los minutos empezó a sonar las patrullas de policía, al entrar ellos vieron cómo las mujeres estaban mal heridas y el hombre a quien había golpeado Don Darío estaba en muy mal estado. — ¿Qué ha pasado acá? — — Señor Policía, este hombre ha intervenido en esta vivienda dónde ha golpeado a estás mujeres, también les ha pedido su dinero y las ha dejado en muy mal estado, prácticamente, le ha quebrado la cadera a la señora y necesitamos también una ambulancia para transportarla al hospital lo más pronto posible. Al ver cómo iban a golpear a Korina, sin querer reaccioné y la empecé a defender de él, por lo tanto, lo he golpeado también. Ha sido por defensa y para salvar guardar la vida de ellas, si las ve están muy mal — Las mujeres resguardaron las palabras que expreso Don Darío. Entonces el oficial tomó a la ex pareja de Korina y lo metió a la patrulla, les Indicó que debían realizar la queja y demanda con respecto a lo que sucedió. Por otra parte, también llegó dos ambulancias, se llevaron tanto a Samanta como a la mamá de Korina, sin pensarlo dos veces ella tomó a su hijo y se fue con ellas en la ambulancia dejando solos a Don Darío y a Farid en el departamento. — ¡¿Cómo se atreve a irse?! — Farid eso le molesto y todo en el lugar está roto, viejo y lleno de sangre. — Es la adrenalina de ella — — Espero siga mejor, ese golpe le tardara — Algo molesto, Don Darío eso le cambiaba todos sus planes — Vayamos al hospital a ver qué sucederá con ellas — Viéndose mutuamente, ellos solo tomaron la decisión de cerrar el lugar e ir al hospital para ver cómo seguían y también tranquilizarla al ver que no reaccionaba correctamente, claramente tanta situación la tenía mal y no era para menos.