6/ UN PENSAMIENTO RECURRENTE

Aquella jugada de Jeremías, fue algo que Lucas, no esperaba. 

Isabella volteó a verlo como esperando su respuesta sobre el delicado asunto. 

—Que bien. —respondió Lucas entonces, con un tono seco.— Esperemos que sepa quién es el padre. 

Jeremías le lanzó una mirada de desprecio. Su sobrino era realmente un ser despreciable. 

—Quizás no sólo ella lo sepa. El desgraciado que la dejó embarazada, también —agregó. 

Inés tuvo que intervenir antes que aquella conversación terminara convirtiéndose en una más de las disputas entre ellos.

—No veo necesidad de tocar temas como esos. Los empleados, son sólo eso. —manifestó. 

—Igual son seres humanos, Inés. No olvides como conociste a Enzo. 

La mujer se reclinó del espaldar de la silla. La agudeza de sus palabras siempre parecían dejarla sin argumentos con los que defenderse. 

La sirvienta entró en ese momento y comenzó a servir la mesa. Todos guardaron silencio aunque sus miradas hablaban por ellos. Poco a poco, el almuerzo transcurrió entre comentarios sueltos referidos a la comida o a la boda. Era palpable la tensión que se respiraba en aquella mesa. 

Cuando por fin terminaron, Jeremías se limpió las manos con la servilleta, se levantó con calma y, sin mirar a nadie en particular, se dispuso a retirarse.

—Debo volver al hotel. Estoy un poco cansado del viaje. —dijo dirigiendo la vista hacia su hermana. 

—Espera, te acompaño. 

Jeremías asintió y se despidió de forma cortés de la prometida de su sobrino y de éste. 

Mientras avanzaban por el pasillo, Inés le propuso a su hermano que se quedara. Tenerlo cerca siempre era algo importante para ella. No en vano, hizo todo para convencerlo de que estuviese presente en la boda de su hijo, a pesar de que él se negaba a hacerlo. 

—Si lo deseas, puedo hablar con la servidumbre para que te prepare una habitación. —respondió Inés con voz suave— La de siempre. —añadió mostrando una sonrisa leve.

—No lo creo conveniente, Inés. Si estoy aquí es sólo porque me pediste que estuviera en la boda de tu hijo. —dijo con voz grave.— Ya luego me regreso a Ginebra. 

—Veo que esta vez no lograré convencerte para que te quedes en casa —dijo apoyando la mano sobre su hombro.

—Estar aquí me destruye. Lo sabes. —murmuró. 

Aunque Inés, era la segunda persona más importante en la vida de Jeremías, él no deseaba volver a Madrid. Cada vez que lo hacía, la tristeza se apoderaba de él. Seguía sin superar la muerte de su prometida. 

—Lo sé. Sé lo difícil que fue todo esto para ti. Pero no puedes seguir viviendo en el pasado. La vida continúa…

Jeremías no respondió a su comentario, prefirió guardar silencio.

Ella continuó hablando: 

—Por cierto… esa chica que mencionaste en la mesa, en realidad ¿está embarazada? —cuestionó Inés.

—¡Sí! y tu hijo tiene que ver con ello. —respondió con firmeza.

—Tú lo escuchaste. Quizás esa chica no sepa ni siquiera quién es el padre de esa criatura que espera. 

—No pienso discutir contigo sobre ese asunto. Siempre terminas defendiendo a Lucas y justificando lo que hace. 

—No lo estoy justificando. Tú sabes que hay mujeres que por envolver a un hombre se embarazan o le hace creer que el hijo que esperan, es suyo. 

Jeremías negó con su cabeza. Sabía quién era Lucas y todo lo que escondía. En ese momento, vino a su mente el rostro de Macarena. Una sonrisa se dibujó en su rostro. Inés lo observó con ligero asombro. 

—Cuídate, por favor. —dijo el hermano menor, antes de darle un beso en la frente.

—Tú también… ¿Vendrás a cenar esta noche? 

—No lo creo. Tengo algo importante que resolver. —contestó de inmediato.

—Entonces sólo nos veremos en la boda, imagino. 

—Es lo mejor, Inés. 

Mientras, Jeremías se dirigía hasta la entrada principal con su hermana, Lucas intentaba convencer a Isabella de que el supuesto embarazo de su asistente no era suyo.

—Ya te he dicho que mi tío Jeremías me odia. Lo hace para perjudicarme.

—Sé que estuviste liado con esa mujercita. —esgrimió ella— ¿O se te ha olvidado que los encontré follando en tu oficina? 

—Marlene se me ofreció. ¿Qué esperabas que hiciera? ¡Soy hombre! —argumentó él— Además cuando me pediste que la despidiera de la empresa lo hice para demostrarte que eres la única mujer a quien amo. —dijo rodeándola por la cintura— ¡No discutamos! Es justo lo que mi tío, busca. 

—No lo sé, me cuesta creer que esté mintiendo. Si algo tiene tu tío es que es muy honesto. 

—Es lo que le hace creer a todas —replicó. 

—¿A todas? —repitió ella de forma capciosa.

—Sí. Todas las mujeres terminan viéndolo como un héroe, cuando en realidad es un imbécil, un traidor. 

La rubia rodó los ojos con fastidio. Aunque sabía que Lucas era un mujeriego, ella no podía perder la oportunidad de casarse con un Fontanelli. 

—Siempre terminas convenciéndome porque sabes que te amo. —dijo ella sonriendo mientras por dentro se repetía a sí misma “Toda tu fortuna será mía”.

Ya estando fuera de la mansión, Jeremías subió al coche donde lo esperaba su chofer. Una vez dentro, le dio instrucciones para que lo llevara a la empresa. El CEO, quería ver y cerciorarse, por si mismo, que todo estuviese en perfecto orden. Tal y como lo dejó meses atrás. Era su deber cuidar de la fortuna que su cuñado había dejado en sus manos. 

Durante una hora, estuvo reunido con el administrador de la empresa y aunque intentaba enfocarse en los informes y reportes financieros, el rostro y la belleza de Macarena se paseaban por su cabeza. 

Nuevamente una sonrisa, esta vez, pícara se asomó a sus labios. Recordó el momento en que la toalla se desanudó y pudo ver su cuerpo. Su piel suave, la forma alargada de sus piernas, el contorno redondeado de su cadera y sus pechos, era toda una belleza. 

Pero no era sólo su belleza física lo que parecía atraerlo, era también su temperamento, y esa sensibilidad que aunque ella intentaba esconder, podía verse en sus gestos o en su mirada. Una vez que salió de la empresa, Jeremías subió a su coche. La pregunta de costumbre del chofer no se hizo esperar “¿A dónde lo llevó, señor?

Lo que realmente fue inesperado para José, fue la respuesta de su jefe:

—Llévame a verla…

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