La hora del encuentro con Amanda cada vez estaba más cerca y estaba de nuevo preparándome para la mayor locura de mi vida. Aún no entendía cómo había sido capaz de contratar sus servicios, pero al mismo tiempo no podía dar un paso atrás. Me intrigaba mucho verla, hablar, simplemente tener su compañía. ¿Qué te está pasando Fabián Mistic? Me dije a mi mismo una y otra vez sin tener ninguna respuesta.
Observé mi reloj y ya era el momento de verla de nuevo. Estaba muy nervioso. Llegué al restaurante y me sentí muy expuesto. Cualquiera podía reconocerme, pero debía estar tranquilo, el Luxury tenía todo bajo control. Se trataba de un restaurante especialmente para los clientes con exclusividad. No había riesgo. Bajé del auto y enseguida me coloqué la máscara. Me observé en el reflejo del vidrio del auto, suspiré nervioso y caminé a la entrada del restaurante.
Tenía que mostrarle a la señorita de la entrada el número de mi mesa, no tenía que decir una sola palabra. La seguí y me indicó cuál