Desde hace casi dos años mi vida no era la misma. Solía sonreír, amar, vivir, pero ahora, sin Elisa, nada era lo mismo. Estuvimos casados por casi una década, y de la noche a la mañana, ella cambió la vida que teníamos para irse con otro hombre.Siempre la apoyé, estuve para ella, era romántico, caballero, estaba realmente enamorado de ella, pero esa noche que la vi acercarse a los brazos de ese hombre; mi sangre hirvió, la ira tomó el control y el divorcio se hizo presente. Ella no quería estar conmigo; y aunque intenté recuperarla muchas veces, solo logré lastimarme y quedar aún más vacío con su inminente desprecio. No había forma de salvar lo que teníamos.Me llamo Fabián Mistic y soy escritor de romance, pero ahora lo único que puedo escribir es odio, traición, dolor y tristeza. Conocer a Elisa, había significado una luz que tanto buscaba y que no solo me ayudó a vivir y creer en que el amor existía, sino que ella inspiró tres de mis grandes libros de romanceEl vacío que siento e
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