Saber que Amanda estaba bien nos dio mucha paz a todos. Sin embargo, no teníamos tiempo que perder. Debíamos esperarla, que estuviera segura a mi lado, y accionar con el plan. Aún no sabíamos bien qué hacer, pero ahora solo necesitaba tenerla cerca de mí.
Pasaron algunos minutos y esperaba muy impaciente su llegada. Alison aún estaba en el apartamento. Ella caminaba de un lado a otro y yo no podía dejar de mover mi pie. Estábamos muy ansiosos. Matt estaba en silencio observando todo. Era parte de lo que ocurría, pero a la vez no.
Pasaron un par de horas y Amanda no llegaba. Intenté comunicarme con ella y no tuve respuesta. Su teléfono estaba apagado. Alison tampoco tuvo éxito.
Me asomé por la terraza esperando algún taxi, pero los minutos pasaban y la calle estaba completamente sola.
Después de sentir alegría por ella. El miedo me invadi&