Su jefe recibió la notificación oficial:
Silvina estaba bajo protección directa del presidente.
Se le concedía una licencia indefinida con sueldo y bonos íntegros.
Toda la oficina quedó boquiabierta.
Una compañera que solía maltratar a Silvina y delegarle su propio trabajo, entró en pánico.
¿Cómo era posible que el presidente tratara con tanto favor a la empleada más invisible del equipo?
¿Escondían algo?
¿Y si... todo había sido una estrategia de Silvina?
¿Y si ella se había arrojado intencionalmente a los brazos del presidente, y por eso ahora él la protegía?
Las demás chicas en la oficina comenzaron a arrepentirse amargamente.
Si hubieran sabido que el resultado sería este...
jamás habrían desaprovechado la oportunidad.
Sin embargo, antes de que algunas compañeras pudieran moverse, alguien ya había salido a "explorar el terreno" por ellas.
Una empleada de otro departamento, tras enterarse de lo sucedido, se arregló de forma llamativa y se colocó "casualmente" en la ruta que Leonel