Termino de alimentar a mi bebé mientras Maximiliano me da la comida que ha preparado él, una que aunque no es exquisita, no tengo como quejarme porque la ha preparado con las indicaciones de la nutricionista.
‘Realmente esta es la vida placentera que quiero vivir con mi familia. Es así como quiero que ellos me recuerden y yo recordarlos antes de partir.’ Me digo mentalmente.— Hemos terminado. — dice Maximiliano dándome la última cucharada de comida mientras yo termino de sacarle los gases a mi hija que ya se encuentra dormida.— Esta fue la parte agradable, ahora viene la más molesta y desagradable de ser yo.— No lo vea tan negativamente, señora Barack, mire que gracias a esta medicina es que ha podido salir de los cuidados paliativos. — me dice la doctora y yo suspiro profundo.— Para serte sincera es gracias a Dios que estoy fuera de los cuidados paliativos y