Termino de alimentar a mi bebé mientras Maximiliano me da la comida que ha preparado él, una que aunque no es exquisita, no tengo como quejarme porque la ha preparado con las indicaciones de la nutricionista.
‘Realmente esta es la vida placentera que quiero vivir con mi familia. Es así como quiero que ellos me recuerden y yo recordarlos antes de partir.’ Me digo mentalmente.— Hemos terminado. — dice Maximiliano dándome la última cucharada de comida mientras yo termino de sacarle los gases a mi hija que ya se encuentra dormida.— Esta fue la parte agradable, ahora viene la más molesta y desagradable de ser yo.— No lo vea tan negativamente, señora Barack, mire que gracias a esta medicina es que ha podido salir de los cuidados paliativos. — me dice la doctora y yo suspiro profundo.— Para serte sincera es gracias a Dios que estoy fuera de los cuidados paliativos yQuiero mostrarme lo más sería posible pero con los chicos no puedo, porque después de ver los rostros llenos de sufrimiento lo que viene es la burla, una donde todos se ríe y comienza a actuar de forma dramática.— ¡Una ambulancia!— ¡Alerta! ¡Noticia de última hora! ¡Se han destruidos los huevos de Thomás! — grita Bairon.— ¡Rápido, auxílienlo!— ¡¿Cuántos dedos ves?! — pregunta Manuel acercándose rápidamente hacia su compañero quien aún no es capaz de abrir los ojos.— No lo sé, veo todo oscuro, ¿acaso he perdido la vista? — responde él con voz herida.De inmediato niego porque realmente se están forzando en actuar como unos verdaderos idiotas aunque uno de sus compañeros está sufriendo tanto.Incluso llevan todo este d
Los dos nos observamos fijamente y si hay algo que debo resaltar es que no hay ninguna intención de causar daño, sus ojos me dicen que me ama y quiere que esto funcione. Así que, como la tonta mujer enamorada dejó a un lado todas mis inseguridades, sospechas y miedo para escucharlo de manera imparcial.— ¿Qué es lo que tienes por contarme? — pregunto intentando tener toda la fortaleza mental para enfrentarme a lo que él me va a confesar.— Como dijo Amelia, cuando la estábamos torturando… las mujeres que tuve antes de ti y se obsesionaron conmigo se aliaron con esa desquiciada mujer para hacerme caer.— Espera un momento, ¿cómo es posible que hasta ahora te des cuenta de eso? — pregunto confundida.Maximiliano es un hombre que sabe hacer bien su trabajo y si hay algo que debo mencionar sobre en que es bueno, es en anticiparse a los movimientos de su enemigo.
Soy consciente que los chicos son personas muy competentes que jamás se atreverían a ignorar algún asunto relacionado a mi seguridad, pero eso no quiere decir que voy a exponerme a todo tipo de riesgo porque unas mujeres que no han podido superar a mi esposo quieren hacerme daño.— ¿Se supone que eso debería tranquilizarme?— Un poco.— ¿Cómo crees posible que yo este tranquila cuando el riesgo puede venir de cualquier parte? — pregunto molesta.— No te preocupes, ya lo he solucionado.— Realmente no comprendo como puedes estar tan tranquilo. — digo indignada y molesta porque Maximiliano no parece perturbado por lo que me está contando.‘¿Qué rayos le sucede a él que no ve la magnitud del problema?’ Me preguntó mentalmente.— Porque lo tengo todo solucionado, mi amor. Tranquila, que yo sé como
Su respuesta me cae como un balde de agua fría, pero él parece tan tranquilo que incluso me hace dudar de que yo haya escuchado incorrectamente.‘Quizás si escuché mal.’ Me digo mentalmente con la esperanza de que sea cualquier otra cosa menos lo que estoy pensando.— ¿Qué es lo que acabas de decirme? — pregunto con frialdad.— Pero no lo haré, te lo juro.— Realmente les prometiste eso, Maximiliano Barack. — digo con molestia.— Tenía que prometerle ello para que se tranquilizaran, pero lógicamente no voy a serte infiel. — dice Maximiliano como si tuviera todo bajo control.Intento relajarme un poco porque gracias a Dios he tenido un día tan maravilloso que no he tenido que preocuparme por un dolor de cabeza. Pero es que Maximiliano no colabora en lo absoluto.— Me estoy esforzando por no mandarte a la mierda.
En este punto he comenzado a preocuparme por las respuestas que me pueda dar Maximiliano a cada una de mis dudas. Porque si hay algo que he comprobado es que él no piensa como normalmente cualquier persona lo haría en una situación similar. — Realmente me da miedo escuchar tu respuesta. — Tranquila, todo está bajo control. — Me preocupas más cuando dices eso. — le digo y Maximiliano se siente en la cama y nos abraza. — Voy a dejar que escoltas que tengan mi contextura le den mucho placer mientras yo estoy presente hablándoles para que crea que soy yo. Porque aunque no me agrade estar cerca de esas idiotas, necesito mantenerlas calmadas para que no vuelva no molestarnos. ‘Lo confirmo, él no es alguien que piensa como normalmente cualquier ser humano lo haría.’ Me digo mentalmente aunque me alegra que sea así. — Parece que te está gustando la idea, porque te ves menos reacia a que me acerque a ti. — dice Maximiliano sonriéndome. — ¿Cómo crees que pue
Al día siguiente Me desperté aturdida y desorientada, aunque me dormí con nuestra hija a mi lado me encuentro que la pequeña está siendo bañada por su padre. Por lo que, sonrió complacida porque es la vista más maravillosa que yo puedo pedir. Por fortuna, hoy no siento ningún malestar en mi cabeza y aunque mis heridas seguramente deben estar aún sanando por dentro, puedo moverme con mucha más facilidad que antes. ‘Las cosas están mejorando tu favor, Axael.’ Me digo mentalmente. — Eres una niña muy buena, Eloise. — dice Maximiliano viendo como su hija juega con el agua. — ¿Hay un destino en particular que quiere que visitemos hoy? — pregunta Arnoldo. — Cualquiera en el que podamos disfrutar nosotros sin la compañía de otras personas, hoy quiero que mi familia solamente tenga que lidiar con las locuras de ustedes y las ocurrencias mías. — Como ordene, jefe. Me siento en la cama y de inmediato, todos me saludan con una reverencia excepto mi esposo que envuelve a nuestra hija en u
En realidad no me interesa la vida amorosa de mi suegro, pero comienza a ser de mi interés si está relacionado con alguna mujer a la que le rompería el corazón y que al hacerlo, tenga ella la habilidad de poder causar mi muerte porque es quien me está atendiendo medicamente.‘De solo pensarlo me da escalofríos.’ Me digo mentalmente.— ¿Cómo ve mi estado de salud?— Todo está bien. He venido a darle su segundo tratamiento y me marcharé confiando en que las cosas sigan bien. Además, quiero informarle que el hospital me ha pedido que le recuerde que usted debe seguir el tratamiento terapéutico que había comenzado a recibir en los cuidados paliativos.— No creo que tenga tiempo de preocuparme por mi muerte. Con los hombres que tengo a mi alrededor, tengo otros motivos para estar entretenida. — digo mientras los hombres Barack regresan al auto
Muchas dudas surgen en mi mente porque en un mes se va a vencer el plazo que me dieron los doctores cuando me dijeron que tenía cáncer de mama, una afectación cardiaca y las bombas en mi cabeza.Pero, tampoco me desespero porque si hay algo que he demostrado es que puedo sorprender cualquier diagnóstico médico. Sin embargo, sea que los doctores tengan razón o no, prefiero gastar todo el tiempo que me queda disfrutando de mi familia.— Mejor concentrémonos en disfrutar, no podemos centrarnos solamente en estar alerta. Después de todo, no es de eso que se tratan las vacaciones, ¿No es así?— Tienes razón, como jefe de este hogar debo velar por su seguridad pero también puedo disfrutar de esto por momentos familiares que merecemos. — dice Maximiliano besando mi mano.El recorrido es más corto de lo que pensaba y es porque debemos estacionar el autobús