Me preocupo porque sé que mi esposa puede reaccionar de manera… complicada. Pero tampoco puedo ocultarle la verdad cuando lo ha escuchado, eso solo empeoraría cosas y no quiero tener una nueva preocupación en mi vida.
— Pajarita…— ¿Qué has estado haciendo mientras yo estaba enferma?— Lamento decírtelo pero aún sigues enferma, cariño. — digo y ella me observa en forma amenazadora.— ¿Qué te dije de burlarte de mí? — preguntó ella cruzándose de brazos, pero, poco es el tiempo en el que dura tan seria porque el dolor le impide continuar con todo su drama.De inmediato, me levanto y camino hacia ella para acariciar su espalda y brazo deseando que esto ayude a que se le olvide de esta conversación de la que no quiero ser parte, pero tampoco puedo evadir directamente.— ¿Te sientes aún mal, c