Mundo ficciónIniciar sesiónDebo reconocer que su devoción no me desagrada, porque esas palabras son las que le diría a mi esposa una y otra vez, debido al amor que tengo por ella. Eso ahora me preocupa, ¿acaso estoy obsesionado por mi esposa como está loca mujer está por mí?
Amelia me observa como si fuera lo más importante en su vida, al punto que ignora el peligro que corre a su alrededor. Porque aunque sus escoltas continúan insistiendo que lo mejor es quedarse a protegerla, ella niega.— Estoy bien aquí y si realmente voy a morir, estaré complacida de hacerlo con mi hombre.— Deja de decir tonterías.— No estoy diciendo tonterías, Maximiliano. Tú fuiste mi primer hombre y eso a ninguna mujer se le olvida.‘Entonces mi querida esposa nunca me olvidará. Me alegra mucho haber sido su primer y único hombre.’ Digo sonriendo mentalmente.— Ent






