No quiero ser pesimista cuando lo que más deseo es recibir buenas noticias, pero el hecho de que le pregunte a mi esposo si puede o no ser sincera me dice que las cosas no están bien, que malas noticias sobre mi bebé es lo que van a darme.
— No creo que sea buena idea con la reanimación que le hicieron recientemente. — dice Maximiliano.— Si no me dices que es lo que pasa, mi mente pensará tan negativamente que no habrá manera a que sobreviva a ello, así que, sé sincero, yo soy la que está con un bebé en mi interior, yo soy quien merece sinceridad. — digo enojada.Maximiliano acaricia mi brazo para calmarme, pero yo no necesito sus cuidados molestos, lo que necesito es la verdad a todo lo que sucede.— No me toques, solo dame lo que quiero y tanto necesito. — digo con molestia.— Sí. Lo que digas. No te ocultaré algo más, pero