Algo parece impactar en mi esposo, pero no es lo suficientemente grande para retractarse, así que, con determinación se acerca más a mí mientras yo niego y coloco mi mano en señal de alto.
— Hasta ese punto puedes acercarte a nosotras.— Estás baja de peso, le han colocado suplementos a tus jugos para que subieras de peso y no ha sido posible, te han dado comida para que la bebé y tú mejoren, pero, algo en tu cuerpo parece negarse a ayudar.— Puedo…— No, Axael, no hay una sola cosa que se pueda realizar y yo no lo haya hecho.— Lo comprendo, te has dado por vencido, lo acepto. No es la primera cosa entre nosotros a la que renuncias, pero eso no quiere decir que yo también haré lo mismo. Yo lucharé por mi bebé sola, así que, vete.No quiero que se marche, porque ahora que me ha confesado que se ha esforzado en ayudarme sin que