89. Primeros Pasos hacia la Sanación
Sábado, nueve de la mañana.
Regreso a la mansión temprano para encontrar a Max desayunando solo en la terraza que da al jardín. Clara se ha quedado en una de las habitaciones de huéspedes, pero aún está durmiendo. La luz matutina de Madrid se filtra a través de los árboles, creando patrones dorados sobre su rostro mientras lee el periódico con una concentración que parece forzada.
—Buenos días —digo, sentándome frente a él en la mesa de hierro forjado que solía ser nuestro lugar favorito para los desayunos de fin de semana.
—Buenos días —responde, levantando la mirada del periódico—. ¿Cómo dormiste?
—Mejor que en días. ¿Y tú?
—Igual. Es extraño estar de vuelta en mi propia cama después de... todo.
Hay algo en su voz que me indica que necesitamos abordar el elefante en la habitación antes de que se vuelva más grande.
—Necesitamos ayuda profesional —le digo directamente, sin rodeos.
Max baja la mirada a su café, sus dedos tamboreando nerviosamente contra la taza de porcelana.
—Lorena...