81. Desaparición
Martes, nueve y quince de la mañana.
Los números en el contrato de arrendamiento del centro comercial de Alcorcón se difuminan ante mis ojos mientras intento concentrarme. Diego está explicando algo sobre las cláusulas de renovación, pero su voz se convierte en un murmullo de fondo mientras mi mente deriva hacia pensamientos que no debería estar teniendo.
¿Cómo estará Max esta mañana? ¿Habrá desayunado algo, o seguirá con esa rutina autodestructiva de alcohol y más alcohol? ¿María habrá logrado convencerlo de tomar sus medicamentos?
—Lorena, ¿estás escuchando? —la voz de Diego me trae de vuelta al presente.
—Perdón, sí. Las cláusulas de renovación —miento, tratando de enfocarme en los papeles dispersos sobre la mesa de mi suite.
—Decía que podríamos renegociar los términos con los inquilinos principales. Algunos han mostrado interés en expansión, lo que nos daría mejor posición...
El teléfono interrumpe su explicación con su tono agudo e insistente. El nombre de María aparece en la pa