Mundo ficciónIniciar sesiónLa promesa de Darius —"estoy dispuesto a pagarlo"— quedó suspendida en el aire cargado de la cueva, tan tangible como el calor que aún emanaba de sus cuerpos. Sus brazos todavía la rodeaban, un círculo de fuerza y posesividad que a Elizabet no le interesaba en absoluto romper. Apoyó las manos en sus hombros, sintiendo la tensión de sus músculos bajo la piel.
"Explícame", pidió ella, su voz apenas un susurro. "¿Qué precio? ¿Qué rituales?".
Darius respiró hondo, el aire silbando entre sus dientes. La soltó, pero solo para tomar su mano y guiarla para que se sentaran juntos frente al fuego, uno al lado del otro. Necesitaba que ella entendiera la gravedad de su decisión, pero también necesitaba saber cuánto entendía ella.
"Elizabet", comenzó, su voz grave y seria, "¿de dónde vienes? Tus costumbres... no son como las de las hembras de estas tierras".
Elizabet sintió un pinchazo de pánico, pero lo ocultó tras una expresión serena. Era el momento de crear su his







