Mundo ficciónIniciar sesiónValeria despertó sola en la cama, las sábanas todavía oliendo a Aleksandr y a lo que habían compartido la noche anterior. Pasó su mano por el espacio vacío a su lado, sintiendo el frío de su ausencia.
Probablemente ya había salido. Probablemente ya estaba planeando cómo destruir a Iván, cómo protegerla, cómo mantenerla encerrada en esta jaula de cristal por el resto de su vida.
Se incorporó con dificultad, su vientre de casi siete meses haciendo que cada movimiento fuera un esfuerzo. El bebé pateó, como si protestara por ser despertado. Valeria acarició su barriga, susurrando palabras tranquilizadoras que no se creía ni ella misma.
—Todo estará bien, pequeño. Mamá te mantendrá a salvo.
Pero, ¿cómo podía mantener a salvo a alguien cuando ella misma era una prisionera?
Se levant&







