El dedo de Valeria se detuvo a milímetros del botón de llamada. Algo en esos mensajes no se sentía bien. La urgencia, el tiempo límite, la forma en que presionaban exactamente en sus puntos más vulnerables. Era demasiado conveniente, demasiado perfecto.
En lugar de llamar, decidió explorar el teléfono.
La lista de contactos era corta pero intrigante. Números sin nombres, solo códigos: "V-7", "Operación Norte", "Punto Ciego", "Entrega Nocturna". Este no era el teléfono personal de un guardia. Era un dispositivo para operaciones, comunicaciones que no querían rastrear.
Valeria se desplazó por los mensajes antiguos. La mayoría estaban borrados, pero algunos fragmentos permanecían en caché. Coordenadas. Fechas. Nombres codificados. Y entonces vio algo que hizo que su sangre se helara:
"Montes. Confirmado. Embarazo 5 meses. Objetivo principal para Fase 3."
El mensaje era de hace tres semanas. Ella era el "objetivo principal". Pero, ¿para qué fase? ¿Y quién lo había enviado?
Antes de que pud