111. El Alfa sangriento
UN MES DESPUÉS:
Ellos habían logrado escapar de la manada trasladándose hacia el territorio humano.
Lana aún no tenía sus recuerdos de vuelta, solo sabía lo que su madre le decía. Sin embargo, dentro de ella sabía que algo estaba mal.
Se sentía extraña, sobre protegida con su madre alrededor.
Por eso mismo había escapado en la mañana, necesitaba tomar aire libre para poder pensar.
Laura ni siquiera la dejaba asomarse por la ventana pensando paranoica que ese Alfa sangriento iría por ella enseguida.
Había algo sobre esa historia que la llenaba de duda e incertidumbre. Tenía miedo después de todas las historias contadas sobre él y nunca querría toparse con ese macho pero necesitaba desesperadamente libertad y su madre la estaba asfixiando, por eso estaba en el parque empujando un cochecito doble.
Sus hijos dormían, su madre también estaba durmiendo en casa y lo había aprovechado.
Lana sonrió al ver a los niños corriendo alrededor pensando que en un parpadeo sus hijos crecerían y e