112. Ella está asustada
Eryx la miraba como una especie de aparición, por fin, después de meses de agonía podía respirar. Su hembra estaba frente a él, viéndose tan hermosa como siempre.
Él tragó saliva, temblando como nunca antes y pronunció su nombre.
—Lana...
Ella sintió el sonido recorrerle la piel como si fuera un roce peligroso, familiar que le pareció desconcertante.
Lana escuchó que su voz sonó tan distinto a lo que creía, era masculina, oscura pero no era una amenaza, ni un rugido.
Se acercaba más a una súplica, una confesión desgarrada que ella no comprendió, aquella era la voz de un Alfa que había matado por ella. Que había destruido manadas enteras por ella, para encontrar a la hembra que había creído perdida.
Aquel era un macho que estaba a punto de caer de rodillas frente a su Luna.
Pero Lana estaba lejos de entenderlo, en su lugar, retrocedió sin poder evitarlo.
Su pecho ardía con una emoción que era incapaz de describir, no podía apartar sus ojos de él.
Ese macho era el Alfa sangriento, el mo