El silencio que siguió a la revelación de Tiber fue un castigo más eficaz que cualquier ataque físico, la voz del traidor se había ido, pero sus palabras resonaban en la mente de Lía con la autoridad del destino ineludible: "Tu victoria en el Laberinto fue su éxito en la cosecha."
Lía permaneció inmóvil, su mano apretando el brazo de Aiden con una intensidad que casi rozaba el dolor físico, el Nivel Cinco de Agonía, el ruido blanco que emitía el Sensor Roto, se había transformado para ella en una marea de culpa, no era solo el sufrimiento de Aiden lo que sentía; era la certeza de que ella era el catalizador, su existencia como Anomalía había sido cooptada, su liderazgo había sido la herramienta perfecta para fracturar el alma de un Alfa Primigenio.
El mundo alrededor de Lía se desdibujó, se retiró mentalmente, dejando que su cuerpo mantuviera la formación, sostenida por la Voluntad Pura de Ethan a su lado y la Ambición Redimida de Seth cubriendo la retaguardia, entró en un espacio men