La Primera Aurora y el Mármol Roto
La luz de la primera aurora que se filtró por las ventanas de la antigua Sala del Consejo no tenía el mismo brillo opresivo de los días de Aiden y el Maestro, era una luz fría, clara y sin sombras, reflejando el nuevo orden que Lía había impuesto, la Asamblea de Alfas, humillada y neutralizada por el Contrato de Poder y el respaldo táctico de Seth y Ethan, se había dispersado, la amenaza de una revuelta se había disuelto en el miedo a la ineficacia y el respeto a la estabilidad.
Lía se encontraba sola en la Sala de Estrategia, convertida ahora en el Cuartel General de la Reforma, el viejo mapa de territorios, donde las líneas de linaje se superponían en jerarquías rígidas, había sido reemplazado por un vasto diagrama de flujos que Seth había dibujado: un mapa de capacidad y mérito.
El trabajo de la Comandante en Jefe no era la batalla, sino la creación de un sistema que hiciera innecesario que las futuras generaciones tuvieran que luchar contra el De