Cap. 75: ¡Amelia! ¿Es cierto que no sabes quién es el padre de tu hijo?
Lisandro entró a la empresa con paso lento, apoyado aún en el bastón que lo había acompañado desde el accidente. El eco de sus zapatos resonaba en los pasillos vacíos del piso ejecutivo, mientras los empleados se apartaban con disimulo a su paso, conscientes de su mal humor habitual. Él no se detuvo. Sabía exactamente hacia dónde iba. La sala de juntas.
Cuando abrió la puerta, la vio ahí sentada. Impecable como siempre. Berenice Elizalde, su madre, se giró con una media sonrisa.
—Vaya —dijo Lisandro con frialdad—. ¿A qué debo el honor de tu visita?
Ella cruzó una pierna sobre la otra, con gesto elegante pero tenso.
—Tenemos que hablar, Lisandro. Es grave. Es sobre Iker Balmaceda.
Lisandro frunció el ceño con fastidio y dejó el bastón recostado junto a la mesa.
—¿Iker? ¿Qué pasa con él ahora?
—Tu padre… —empezó ella, bajando un poco la voz—. Ya estaba muy mal en esos días. Tú lo sabes. Tenía la mente confundida, deliraba a ratos.
Lisandro alzó una ceja, desconfiado.
—¿Y?
Berenice se